VITORIA. El Movimiento de Pensionistas de Navarra y Euskadi ha reiterado este sábado la necesidad "urgente" de revisar de forma integral el sistema de atención a la dependencia tras la alta afección que el coronavirus está teniendo en las residencias de mayores.

Los pensionistas han remitido cartas con sus reivindicaciones a los dos Ejecutivos, así como a los diputados generales, con el objetivo de recabar información "completa, veraz y objetiva" respecto a la "crítica" situación de los servicios de atención a la dependencia y sus "dramáticas" consecuencias.

Consideran que esta crisis está aflorando elementos de "improvisación, desprotección y escasez de medios" para garantizar el cuidado de los mayores, por lo que demandan la necesidad de "dar un giro de 180 grados" al modelo de atención a la dependencia.

Según han defendido, es "urgente tomar medidas" y por ello demandan "una revisión integral del actual sistema de atención a la dependencia para garantizar el derecho a la salud de las personas residentes y atendidas y su dignidad como personas".

En las cartas, el Movimiento de Pensionistas muestra su "indignación" por las noticias que a raíz de la pandemia han salido a la luz sobre la situación en las residencias de las personas mayores y "sus efectos en el conjunto de los servicios de atención a la dependencia, incluida la ayuda domiciliaria".

"Han aflorando elementos de improvisación, desprotección, y escasez de medios, para garantizar nuestro cuidado, en el propio domicilio y en los centros y residencias de mayores", han denunciado.

En este sentido, han considerado necesario reflexionar sobre lo que está ocurriendo para "convertir esta crisis en una oportunidad para mejorar como sociedad, especialmente en relación con las personas mayores".

"Las medidas de aislamiento social conllevan que haya personas que mueren en soledad, sin poder despedirse de sus seres queridos. Es necesario buscar fórmulas que permitan a los familiares comunicarse, y poder decir el último adiós, a la vez que se garantizarla seguridad del personal sanitario y de los allegados, siempre paliando el sufrimiento, y otorgando a la persona enferma el derecho a decidir hasta cuando quiere que la cuiden", han añadido.

A su juicio, las actuales medidas de acompañamiento al final de la vida, en centros dependientes de Diputaciones, Ayuntamientos, y Osakidetza, "deberían unificarse y hacerse públicas".

Entre otras cuestiones, también han reclamado que se haga pública una información "detallada del impacto de la pandemia en los centros residenciales públicos y privados y en el servicio SAD".

"Las evidencias parecen indicar que las políticas sobre atención residencial y el SAD, tienen que dar un giro de 180 grados. Hacerlo desde un planteamiento integral que incluya a las instituciones afectadas y a los agentes sociales implicados en el sector de la atención a la dependencia y cuidados, tal y como se viene reclamando hace tiempo por trabajadoras, familiares, sindicatos y nuestras asociaciones", han añadido.

Además, han apostado por fortalecer la evaluación, supervisión, y coordinación en todos los centros de mayores, y avanzar "un cambio en el modelo de alojamientos, que tienen que tener, como eje de actuación, las personas, y no la mera custodia".

"El objetivo tiene que ser vivir como en casa, cuando no es posible hacerlo en la propia. Hay que cuestionar los centros que almacenan individuos, donde la mayoría de las habitaciones son compartidas y se permanece casi todo el día en salas repletas de internos, lo que impide evitar el contagio cuando hay enfermedades fácilmente transmisibles", han advertido.