- El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió ayer de que la segunda oleada de contagios debilitará la actividad del último trimestre de 2020 y el primero de 2021, suponiendo un “importante riesgo” para la recuperación de la zona euro. El organismo avisa de que ese deterioro impondrá un mayor apoyo fiscal público, que los países más endeudados podrían cubrir con los préstamos del plan europeo de recuperación o del fondo de rescate (MEDE) que hasta ahora había evitado usar. El FMI no descarta que, en el peor de los escenarios, se tengan que ampliar las defensas.

Con esto, los Gobiernos de la zona euro y el Banco Central Europeo deberán extender el extraordinario apoyo fiscal y monetario por más tiempo al que inicialmente habían estimado para contener los efectos económicos provocados por las segunda ola de la pandemia y es que, según recoge el documento publicado por el FMI, “una recuperación lenta y costosa, supondría un aumento de la pobreza y la desigualdad”.

“Con la segunda ola, las políticas fiscales nacionales necesitarán ofrecer apoyo por más tiempo del que se estimó”, indicó el Fondo.

En rueda de prensa, la directora gerente de la institución, Kristalina Georgieva, aplaudió “la potente” respuesta monetaria del BCE y el estímulo fiscal “sin precedentes” que han ayudado a amortiguar el impacto de la crisis.

Asimismo, Georgieva recalcó que debido a los efectos de la segunda ola, que ha obligado a retomar restricciones de movilidad y confinamientos parciales en la Unión Europea, es importante “no retirar demasiado pronto” el respaldo fiscal.

En este sentido, la Comisión Europea ha congelado las reglas de disciplina fiscal para que los países gasten sin miedo y ha permitido ayudas a empresas para mantenerlas a flote.

En su evaluación, aunque sin nombrarlos, el organismo internacional reconoció los problemas financieros que podrían encarar las economías más endeudadas de la zona euro, como es el caso de Portugal, Italia o España.

“Para algunos países con niveles de deuda elevados, proporcionar el apoyo fiscal necesario y atender a las obligaciones existentes podría generar el riesgo de reacciones adversas del mercado”, agregó el informe.

El FMI también recomendó ayer no retirar el “salvavidas” a empresas y trabajadores para evitar que la recuperación “descarrile” y “no llegue a buen puerto”. El FMI aboga por que los países con más estrecheces financieras usen los préstamos del plan de recuperación europeo, bautizado como Next Generation EU, o acudir a los créditos precautorios del MEDE, que hasta ahora han rehusado pedir todos los países, en especial España e Italia, por miedo al estigma de solicitar ayuda a la institución que actuó como fondo de rescate durante la anterior crisis financiera. Pero si la recuperación acaba derrapando más allá de lo esperado, el FMI es partidario incluso de “expandir las defensas”.

El Fondo pronosticó en octubre una caída de la economía de la zona euro del 8,3% para este año, con España a la cabeza con la recesión más aguda (-12,8%) entre sus grandes economías y situó a España como la peor de las grandes economías avanzadas. Una previsión que contradijo la estimación que dio el Gobierno, con un 11’2% de recesión.

Para 2021, la institución prevé un repunte moderado en la zona euro del 5,2% apoyado en el “enorme e innovador” paquete de recuperación aprobado por la Unión Europea (UE) de 750.000 millones de euros.

Pacto de Estabilidad y Crecimiento. El FMI pidió mantener la suspensión del Pacto de Estabilidad y Crecimiento hasta que “la recuperación esté firmemente asentada” y pidió a los socios aprovechar este periodo para hacer reformas fiscales.

Medidas del BCE. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ampliará en diciembre el apoyo a la economía mediante la ampliación del plan de compras por la pandemia, una medida que ha aplaudido el FMI.

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, aplaudió “la potente” respuesta del BCE y el estímulo fiscal “sin precedentes” que han amortiguado la crisis.