Es época de rebajas y la pandemia de coronavirus ha disparado las compras online. Esto hace también que se eleve el riesgo de fraude al pagar con tarjeta. Según datos de la última Memoria de Reclamaciones del Banco de España de 2020, ocho de cada diez operaciones fraudulentas con tarjetas estuvieron relacionadas con compras por Internet en 2019.

Aunque todas las entidades se hacen responsables por ley de cualquier operación no autorizada, para evitar sustos es aconsejable blindar las tarjetas de crédito o débito al objeto de garantizar que nuestras transacciones online son seguras.

Una de las primeras medidas debe ser cambiar la configuración de seguridad de la tarjeta para adaptarla a nuestro perfil. "Personalizarla nos ayudará a saber cuándo se usa y a restringir aquellas operaciones que no realizamos a menudo. Para ello, solamente deberemos acceder a la aplicación de nuestro banco, seleccionar la tarjeta que queremos personalizar y pinchar sobre la opción 'seguridad' o 'configuración'", explican desde el comparador financiero HelpMyCash.com .

Cabe recordar que la mayoría de las entidades bancarias permite activar avisos, como notificaciones en el móvil, por compras o por sacar dinero con la tarjeta. "Esta es una de las configuraciones más importantes y que siempre es recomendable tener activada, ya que nos permitirá estar al tanto en todo momento de cualquier operativa que se haga con nuestra tarjeta e identificar si hay algún movimiento que no hemos hecho nosotros", comentan los expertos de HelpMyCash.com.

Asimismo es aconsejable fijar un límite de dinero para comprar online, activar y desactivar la posibilidad de usar la tarjeta por Internet si no tenemos previsto emplearla durante algún tiempo, y restringir las compras en otros países. Todo esto lo podemos hacer a través de la app de nuestro banco.

Para los más desconfiados una alternativa interesante es disponer de una tarjeta exclusivamente para compras online que no esté vinculada a ninguna cuenta corriente. De este modo, introducimos únicamente la cantidad de dinero que vamos a utilizar, con lo que evitamos que los ciberdelicuentes puedan acceder a la cuenta donde tenemos nuestra nómina o el grueso de nuestro dinero.