El tren de la innovación amenaza con escaparse de nuevo y dejar a Navarra en el andén. Es una de las múltiples consecuencias de la crisis de 2008 y de su posterior gestión. Y también uno de los asuntos que suelen quedar orillados en el debate cotidiano. La inversión en I+D, un indicador adelantado de los niveles de bienestar y desarrollo, lleva una década estancada en Navarra, cuyo Gobierno anunció ayer ayudas por valor de 16 millones que tienen el tienen el objetivo de recuperar parte del terreno perdido. O, por lo menos, no retrasarse todavía más.

Los datos no engañan. Navarra cerró 2019, último año del que hay registros, con una inversión del 1,67% en I+D, ligeramente inferior a la de 2017 y 2018 y casi medio punto inferior al dato medio de la Unión Europea, que invirtió el 2,12% de su PIB. La tendencia resulta, además, preocupante, porque hace una década Navarra rozaba el 2% de inversión anual, en línea con los datos continentales y después de un crecimiento espectacular durante la primera década del siglo.

Desde entonces, las curvas se han invertido. Y mientras Europa mantiene una cierta velocidad de crucero, la tendencia de Navarra le aboca a converger ya no con Europa, sino con la media española. Una mala noticia, porque el dato español apenas mejora tampoco y países como Grecia y Portugal ya invierten más que España en I+D. Situarse, por tanto, en una buena posición relativa dentro de las comunidades autónomas significa cada vez menos que una economía global.

Alemania invierte el 3,12%; Francia, el 2,2%; Suecia, el 3,3%, igual que Japón. Corea ronda el 4,5%. Austria y Finlandia rondan también el 3%.

"Es obvio que hoy necesitamos más que nunca la innovación, la colaboración, la digitalización y la creatividad", explicó Mikel Irujo, quien admitía que es necesario "aumentar la inversión pública en I+D", de tal modo que "sirva de palanca para las empresas".

Y, a la luz de las estadísticas, parece que esto último no se está consiguiendo. O no al menos en la medida necesaria, a pesar de que alrededor de dos terceras partes de la inversión total corresponda al sector privado. Hace diez años, las empresas navarras invertían 277 millones de euros (29 más que en la actualidad), mientras que las administraciones destinan hoy 117 millones, cinco más que entonces. Tampoco acompaña el dato de personal investigador, que se reduce en esta década cerca de un 10%, en torno a 420 personas menos.

En este contexto, las ayudas anunciadas por Mikel Irujo, consejero de Desarrollo Económico, pretenden fomentar proyectos relevantes en área estratégicas para Navarra, definidas en su estrategia de especialización inteligente.

"El objetivo es movilizar a las empresas de los sectores estratégicos a través de las entidades de referencia o tractoras, con potencial para liderar este tipo de proyectos", ha destacado Irujo. Para el consejero, la clave está en promover "la generación y aplicación del conocimiento científico y tecnológico para aportar mayor valor a las empresas de Navarra, orientar la I+D de los centros tecnológicos y universidades a los sectores priorizados en la Estrategia, potenciar la digitalización de la economía y la creación de empresas innovadoras".

Mikel Irujo, consejero de Desarrollo Económico / Oskar Montero

Los proyectos deberán estar realizados en colaboración entre empresas y al menos un agente del Sistema Navarro de Innovación (Sinai) u organismo de investigación de Navarra, y contar con un presupuesto mínimo de un millón de euros. Este año, como novedad, van a poder optar a las ayudas las Unidades de Innovación Empresarial (UIE) como un agente ejecutor del Sistema Navarro de I+D+i.

El número de empresas mínimo exigido en cada proyecto variará de una a tres, en función del área estratégica en la que concurran. Así, por ejemplo, se pedirán tres empresas para proyectos de vehículos de cero emisiones y de robótica, entre otros, entre las que al menos una deberá ser pyme. Sin embargo, para proyectos de biotecnología o almacenamiento de energías renovables bastará con una empresa. En iniciativas sobre medicina avanzada y genómica, además de una empresa, será necesaria la participación de un hospital o una clínica de la Comunidad Foral.

Proyectos plurianuales

Por otro lado, la intensidad de las ayudas recibidas en cada caso variará entre el 35%, si son impulsadas por grandes empresas, y el 65%, si se trata de pequeñas empresas. También el porcentaje varía si el proyecto es de investigación industrial o de desarrollo experimental. Si los proyectos están cofinanciados por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), la intensidad de las ayudas oscilará entre el 10 y el 20%. Solo si el proyecto conlleva actividades no económicas, se podrá subvencionar el 100% del coste.

En cualquier caso, los proyectos deberán comenzar con posterioridad a la presentación de la solicitud, y concluir antes del 31 de diciembre de 2023.

El plazo de solicitud se abrirá en principio el 26 de febrero, y las entidades interesadas dispondrán de un mes para formalizarla. Ésta debe realizarse exclusivamente a través de la ficha de inscripción del portal de Gobierno de Navarra.