Compaginar las medidas para combatir el coronavirus con la reactivación de la economía siguen resultando difíciles y eso repercute de lleno en la contratación, que no remonta en Navarra. Febrero volvió a ofrecer un dato negativo, con apenas 22.514 relaciones contractuales, el quinto descenso consecutivo desde octubre del año pasado y el peor dato de este mes desde 2015.

En números absolutos la Comunidad Foral contabilizó 22.514 contratos, 1.757 menos que en enero (-7,2%) y 5.665 menos que en 2020, con una bajada del 20,1%. De este total, 20.939 fueron contratos temporales, un 7,75% por debajo de la cifra registrada en enero y un 19,96% inferior a la de febrero del año pasado, y solo 1.575 fueron contratos indefinidos, un 0,19% más que en enero pero un 21,91% menso que hace un año.

De los 22.514 contratos registrados 12.398 se formalizaron el sector servicios, 8.218 en la industria, 1.229 en la agricultura y y 669 en la construcción.

!function(){"use strict";window.addEventListener("message",(function(a){if(void 0!==a.data["datawrapper-height"])for(var e in a.data["datawrapper-height"]){var t=document.getElementById("datawrapper-chart-"+e)||document.querySelector("iframe[src*='"+e+"']");t&&(t.style.height=a.data["datawrapper-height"][e]+"px")}}))}();<br /> LA COMUNIDAD DEJA DE REALIZAR CASI 110.000 CONTRATOS EN UN AÑO

El confinamiento, el periodo de desescalada inicial en el verano y las medidas restrictivas que se han ido adaptando los últimos meses han mermardo la economía y con ello la ralentización de las relaciones contractuales. Entre marzo del año pasado (el próximo 14 de marzo se cumplirá un año de la declaración del estado de alarma) y febrero de 2021 Navarra ha dejado de realizar casi 110.000 contratos.

En este periodo Navarra ha registrado 290.498 contratos, un 27% menos que en los mismos meses de 2019-2020. No es una buena noticia para la reactivación de la economía, aunque también se debe señalar que desde la aprobación de la reforma laboral, la Comunidad experimientó la proliferación de contratos por su precariedad tanto en duración como en jornada. Esta dinámica todavía no se ha corregido y por eso los sindicatos solicitan la derogación de la reforma laboral para potenciar empleos de calidad.