Alejado de la idea de seguir trabajando después de la jubilación, se encuentra Andrés Inda, de 61 años, que tiene previsto prejubilarse enseguida. Lleva trabajando en una fábrica de Villava 37 años y no se plantea de ninguna manera seguir más tiempo: "Me quedan 7 meses para mandarlo todo al carajo".

Considera su trabajo, que se basa en reciclar papel y crear bobinas de cartón, un trabajo físico, aunque no se dedique a trabajar directamente con máquinas como en otras fábricas: "Es un curro que cansa mucho. Pero bueno, como en todo, hay días y días". Después de tantos años trabajando cualquier día y a cualquier hora, Inda está cansado y, a su vez, entusiasmado de empezar esta nueva etapa.

SABER MÁS | 65: una barrera ya muy diversa

Dice que ahora, entre una cosa y otra, no dispone de tiempo para él mismo: "Lo que más voy a valorar cuando llegue la jubilación va a ser el no ir con prisas a todos lados. El poder levantarme a una hora cristiana como todo el mundo, no a las 5 de la mañana. El poder ir al Sadar cuando juegue Osasuna. Sencillamente, poder hacer mi propio horario". Además, al tener dos hijos en el colegio, explica que las obligaciones parentales le quitan mucho tiempo, y que, sobre todo, su objetivo con la jubilación es disponer de más de él.

La mayor liberación, concluye, será poder dormir con tranquilidad: "El mayor problema de mí trabajo es el desfase horario. Hay días que no sabes ni dónde estás ni qué hora es. Porque un día me levanto de madrugada, el siguiente al mediodía, para ir a la noche a trabajar, y al día siguiente, que he salido a las 6, me levanto a las tres de la tarde para poder dormir". Expresa que esto es un problema muy concreto de su línea de trabajo: "En oficina esto no pasa, ahí tienen su horario fijo. Pero nosotros entramos en sábados, domingos y festivos. Siendo la misma empresa, son dos mundos completamente diferentes".

SABER MÁS | Ángel Ruiz de Erenchun: "Trabajaré mientras me vea con ganas y la mente me dé"

En el caso de su empresa y de todas las que se consideran manufactureras, se mantiene la jubilación por relevo, por lo menos en el caso de los trabajadores nacidos hasta 1961, como explica Inda: "Ese modelo implica que, al yo prejubilarme, se hace fijo al más antiguo de los eventuales que hay en la empresa en mi nombre, que no en el puesto que estoy yo". Aclara que de la fábrica todos salen con la jubilación completa, por lo que no tiene problemas por ese lado: "no voy a seguir trabajando por 150 euros al mes, que es el extra que habría entre el sueldo y la pensión. Eso sería absurdo". Afirma que lo que sí que va a echar en falta son los compañeros, "porque tenía un grupo muy bueno".

SABER MÁS | José Ignacio Biurrun: "No me jubilo porque, al fin y al cabo, las preocupaciones enganchan"

Por eso, no le supone ningún problema jubilarse antes de tiempo. En ese sentido, se considera afortunado al poder elegir: "Otros muchos no tienen esa suerte y se tienen que aguantar muchos años más", lamenta. Así, al ser preguntado si seguiría trabajando si hubiese otras condiciones, responde firmemente que "si no tuviese hijos y dispusiese de todo el tiempo para mí€ pues tampoco, la verdad".