La historia de 3P Biopharmaceuticals, fundada en 2006 y convertida hoy en una de las empresas más pujantes de Navarra, es una secuencia de éxitos. La firma da empleo a unas 300 personas de 20 nacionalidades diferentes y crece en tres instalaciones del polígono Mocholi de Noáin, una ubicación casi de otro tiempo, sin espacios para aparcar, calles retorcidas, aceras irregulares y mucho barro en días de lluvia. Elena Erroba, licenciada en Bioquímica por la Universidad de Navarra, es su directora de Desarrollo de Negocio desde 2015 y ha capitaneado bajo la dirección general de Dámaso Molero el despegue de una empresa que en 2020 facturó más de 33 millones de euros, con un beneficio operativo de unos nueve. “Somos una empresa rentable ya desde hace años, pero seguimos teniendo margen para crecer”, explica Erroba, distinguida esta semana con el Premio a la Directiva Navarra que entrega Amedna (Asociación de Mujeres Empresarias y Directivas de Navarra). En su discurso recordó que, en un sector integrado en un 60% por mujeres, estas apenas ocupan un 25% de los puestos directivos.
¿Cómo definiría lo que hace 3P?
-Fabricamos un nuevo tipo de medicamentos, que son biológicos. La farmacia histórica procede de moléculas de síntesis química. Los nuestros se fabrican de un modo muy distinto, mucho más complicado, porque necesitan sistemas vivos, bacterias, levaduras o células que usamos como fábricas artificiales. Esto supone un nuevo tipo de medicina que llega de manera mucho más especializada a patologías que o no tienen cura o cuyos tratamientos no terminan de dar en la tecla. Trabajamos para una medicina más personalizada y que trata patologías de altísima incidencia, grandes enfermedades, pero también enfermedades raras.
Llegó a la empresa hace ahora una década, procedente de Asebio. ¿Cómo ha sido el trayecto hasta este momento?
-Cuando llegué me sorprendieron dos cosas: el valor de la compañía y la falta de definición. No había nadie más en España que hiciera lo que hacemos nosotros. Había una gran oportunidad de negocio, porque la demanda de este tipo de medicamentos era grande, pero 3P no tenía bien definido qué quería ser. Así que hablamos con mucha gente, con competidores, con asesores, con potenciales clientes para ofrecer algo diferente. El reto era muy grande. Pero creo que hemos conseguido ofrecer algo diferencial.
¿Cuál es ese valor diferencial?
-La atención al cliente, el servicio personalizado. El hecho de ser una compañía de mediano tamaño, no tan grande como nuestros competidores, nos proporciona más flexibilidad, más capacidad de reacción, más cercanía a los clientes. Somos compañeros de viaje en el desarrollo de un medicamento. La subsistencia de una compañía biotecnológica depende de poder llevar al mercado sus medicamentos, así que necesita compañeros de viaje, porque no tiene todas las capacidades de fabricación y ensayos.
¿Dónde está ahora la mayor dificultad para 3P?
-Ahora mismo lo más complicado es captar talento. La capacidad para generar talento universitario orientado al sector biotecnológico no está todavía madura. En las universidades se siguen dando conocimientos muy generalistas, pero necesitamos una mayor orientación hacia la empresa. Esto permitiría que ese talento se incorporase a la empresa. Nos falta talento propio y nuestra capacidad para captar talento senior es pequeña. Esto no es Madrid, ni Barcelona, ni Londres ni Zurich.
Cuentan con una plantilla que integra 20 nacionalidades diferentes. ¿Además de pagando, cómo hacen para captar ese talento?
-Buscamos talento de calidad al que podamos dar un escenario de confort. Ofrecemos acompañamiento, sobre todo cuando es gente de fuera de Navarra, en la instalación en la ciudad, de su familia, de sus niños.
El tema escolar, por ejemplo, se valora mucho, buscan a lo mejor colegios que ofrezcan clases en su idioma. No es sencillo.
Han anunciado inversiones de 25 millones para los próximos tres años. ¿Cómo enfocan este crecimiento?
-Ahora mismo tenemos tres edificios aquí en Noáin. Estamos bien posicionados en el mercado europeo y la idea en el futuro es contar con una presencia física en Europa y Estados Unidos y abordar así el mercado americano. Hay que ver la fórmula, pero la idea de crecer, orgánica e inorgánicamente está ahí.
¿Con instalaciones productivas?
- Nuestra idea es contar con instalaciones productivas, sí. Es algo que ahora mismo estamos tanteando.
¿Qué le piden como empresa a la administración?
-Espacios físicos acordes para desarrollar nuestro trabajo, facilidades la inversión. 3P está invirtiendo cantidades ingentes en Navarra y también hace falta ayuda a la captación del talento.
¿Qué puede hacer Navarra para impulsar su sector biofarmacéutico, que tiene unos 2.600 trabajadores?
-Hay que crear más musculo, más empresas, hay que ayudar a las universidades a impulsar proyectos, nuevas spin off y start up. Y hay que generar una imagen atractiva de Navarra para atraer empresas. Pequeñas, pero también a alguna gran corporación que quiera instalarse aquí. Siempre hay quien busca oportunidades para implantarse. ¿Por qué Navarra no va a ser un destino para ello? Eso enriquece al sector y enriquece a la región.
Generar talento. Además de directiva, Elena Erroba es profesora en un módulo de ciencia y negocio de la Universidad de Navarra, en el que trata de acercar el mundo de la empresa a la academia, una de las claves para generar talento. “Aunque montar una empresa en este sector es algo muy complicado, los alumnos tienen hoy esa inquietud por el mundo de la empresa. El módulo en el que yo colaboro cuenta cada vez con más alumnos y me han sorprendido sus ganas de conocer cómo funciona la empresa. El camino natural es el académico y hoy al menos veo esa inquietud que no estaba presente en mi tiempo”, dice.
“Nuestra diferencia es la atención al cliente, el servicio personalizando
y la capacidad de reacción”
“Navarra necesita más músculo y empresas en el sector y ¿por qué no atraer a una gran corporación?”