Una docena de cajas llenas hasta los topes con más de 25.000 firmas simbolizaban, frente al Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, el rechazo ciudadanos a los macroproyectos fotovoltaicos que quieren transformar el paisaje de El Perdón.Terreno fértil y emblemático, donde crecen algunas de las cosechas más abundantes del cereal navarro y la última postal de Pamplona que se llevan los miles de peregrinos a Santiago que ascienden por las suaves laderas.

La Asociación ciudadana Salvemos El Perdón 4.0 Erreniaga salba dezagun se ha encargado en los últimos meses de movilizar a una ciudadanía. Y ha presentado en la mañana del jueves el resultado ante el Gobierno, con la intención de presionar al máximo para que el decreto que prepara el Ejecutivo preserve aquellos territorios más sensibles de un desarrollo energético con cuyo modelo, además, no están de acuerdo. “Es un modelo con el que no estamos de acuerdo, por insostenible, y porque altera sustancialmente el paisaje de nuestros problemos”, explicaba Gorka Ederra, miembro de una asociación que presentó además 50 páginas de alegaciones técnicas y ambientales.

Los tres proyectos (Serena Solar 1, Amaya Solar 4 y Serena Solar 3) se componen de 379.344 módulos fotovoltaicos y afectan, según la asociación, al Camino de Santiago y al entorno paisajístico de Santa maría de Eunate, “emblema turístico de Navarra, protegido por normativa al estar catalogado como paisaje singular”. “El Camino de Santiago tiene el mayor grado de protección y esto es una agresión directa, afecta a las cuencas visuales y supone unos de los grandes miradores. Son las vistas que se llevan en sus cámaras y en sus móviles miles de personas todos los años”, explica Juan Carlos Pérez, presidente de la Fraternidad Internacional del Camino de Santiago.

Las alegaciones recogen estas consideraciones, pero también los efectos de estas instalaciones sobre un territorio tradicionalmente agrario, que garantiza además elevados rendimientos debido a su fertilidad y climatología. Iñaki Mendióroz, gerente de UAGN, ha acudido a la entrega de las firmas y alegaciones para mostrar la oposición al proyecto. “Estamos en contra de la instalación de parques sin una ordenación clara, compitiendo además con tierras agrarias. Hay que parar y reflexionar si queremos que se pueda seguir viviendo y trabajando en los pueblos. No estamos en contra de la instalación de parques, pero queremos que haga donde no compitan con la agricultura”.

Este tipo de proyectos, alegan desde Salvemos El Perdón, no solo no fija población en el territorio, sino que además aumenta el riesgo de despoblación en zonas rurales donde “la naturaleza y el entorno son principal atractivo turístico y residencial”, explican desde la plataforma ciudadana, que defiende asimismo que las instalaciones alteran la zona de esparcimiento más importante con la que cuentan los habitantes de la zona.

“Estos proyectos son un error, no miran por el futuro de los pueblos sino de las empresas energéticas”, explica Fermín Gorraiz, presidente de EHNE, quien reclamaba un cambio en el modelo energético. “Es posible instalar placas en cubiertas, pero solo para autoconsumo. Si nos dejaran vender esa energía no serían necesarias este tipo de macroinstalaciones”.