Lo veían venir. En los últimos días, los trabajadores de las gasolineras de Navarra atendían a un número de clientes muy inferior al habitual. Pero desde esta mañana, la llegada de coches era continua, especialmente a primera hora. El motivo era claro: los 20 céntimos de descuentos que se aplican desde este viernes.

“Algunos ya llamaban el jueves para para asegurarse de que abríamos a las 6.30 de la mañana. Muchos no saben que el descuento está en vigor hasta el 30 de junio y alguno incluso no se había enterado”, explican desde la gasolinera Repsol del polígono Areta, donde a las 11.00 de la mañana no se habían visto afectados por la caída del sistema que colapsó buena parte de su red durante unas horas. “Estamos trabajando mucho hoy y la gente se marcha contenta con la rebaja”, explica Fede uno de los empleados de esta gasolinera, que ofrece además descuentos adicionales de 10 céntimos por litro con la tarjeta de fidelización y la aplicación de Repsol.

A menos de un kilómetro, en la estación de servicio de la misma marca situada en la ronda, no podían atender a los clientes por este motivo. “Un desastre”, resumían. “A primera hora de la mañana hemos trabajado bien, pero luego se ha caído y se han empezado a formar unas colas tremendas. Muchos habían ido echando lo justo para ir tirando en días anteriores y han venido todos hoy”, explicaban desde esta estación.

El colapso de Repsol

"Lo que está sucediendo es una acumulación de operaciones. Es cierto que los sistemas se están ralentizando ante el pico registrado, pero estas incidencias han sido algo puntual", ha explicado a Efe la compañía, que prevé que a lo largo del día "la situación se vaya normalizando" y se llegue a "una zona valle de peticiones".

Algunos de los clientes se sorprendían al ver en los rótulos el mismo precio de días anteriores. “¿Dónde está el descuento?”, preguntaban. En la estación de servicio del grupo AN en Huarte, Natalia atiende el mostrador y explica con paciencia a quien tiene duras. “El descuento se aplica en caja, aquí aparece el precio sin descuento y el precio final”, dice señalando el ticket de compra, que entrega grapado al resguardo de la tarjeta.

Lo más complicado para algunas gasolineras ha sido, en muchos casos, preparar el procedimiento informático y contable para aplicar el descuento. “Los informáticos se han vuelto locos estos días, pero todo ha ido bien”, explicaban desde la misma gasolinera, que vende el diésel a 1,81 euros, un céntimo por encima de la gasolina 95.

La rebaja supone un alivio para las economías domésticas y profesionales de cientos de miles de personas, que han visto cómo en los últimos meses la factura se disparaba. Solo desde que comenzó la guerra de Ucrania, el pasado 24 de febrero, el precio del gasóleo en España se ha disparado en torno a un 25% y la gasolina se ha encarecido cerca de un 14% y ha batido sus registros históricos.

Clientes satisfechos

La rebaja era bien acogida por los clientes, pero su modo de aplicación, anunciado esta misma semana mediante un Decreto Ley, ha generado enfado entre los gasolineros. Serán ellos quienes tengan que adelantar este dinero, al menos durante unos cuantos días, hasta que se haga efectivo un “anticipo que ya no lo es”, explica Jon Villares, presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Navarra. Villares recuerda que las estaciones de servicio están a favor de los descuentos, pero recelan de la fórmula planteada por el Ejecutivo. “Estamos adelantando el dinero y ahora mismo estamos a la espera de que el Gobierno de Navarra nos confirme tanto los plazos como la cuantía que nos corresponde”.

Algún cierre aislado La Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES) estimaba que en toda España entre 100 y 150 establecimientos habían decidido cerrar debido a las dudas sobre el funcionamiento del descuento, que obliga a las empresas a avanzar el dinero correspondiente a la bonificación sin saber exactamente cuándo se lo devolverá el Estado. En Navarra, un establecimiento en Barasoain había anunciado que cerraba ante la incertidumbre.

El presidente de la entidad, Jorge de Benito, defendió en declaraciones a EFE que las estaciones “no pueden vender a pérdidas” y su margen no es de 20 céntimos por litro: “Estamos muy preocupados, cada vez que entra un coche de media le estamos dando entre 15 y 10 euros (de descuento) y 200 o 300 a un camión”, explica.