El año pasado cerró mejor de lo previsto. Y 2023 se abre camino entre la niebla de una pandemia que colea en China y de una guerra que enturbia a Europa, rebajando las previsiones de un crecimiento que se mantendrá con más vigor en Navarra y en España que en el conjunto de la Eurozona. La dependencia del gas ruso ha convertido a Alemania en uno de los países con peor escenario macroeonómico. Son las estimaciones de Laboral Kutxa, que prevé que la economía navarra crezca un 1,2% y cree alrededor de 3.000 puestos de trabajo en doce meses en los que seguiremos mirando a Ucrania y al precio de la cesta de la compra. 

La entidad financiera ha realizado una revisión "claramente a la baja" respecto a las estimaciones que presentó en verano, una revisión que se debe a la "desaceleración global, lo elevado del nivel de precios y las condiciones financieras más duras, asociadas a la duración de la guerra en Ucrania y a sus consecuencias en materia energética".

El director del departamento de Estudios de Laboral Kutxa, Joseba Madariaga, ha afirmado en una rueda de prensa, acompañado por el director territorial de Navarra, Javier Cortajarena, y el director de Desarrollo de Negocio de la entidad, Ibón Urgoiti, que "la incertidumbre es un factor que nos está acompañando y nos va a acompañar en este escenario" por lo que se deben tomar las previsiones económicas "con cautela", ya que "pueden sufrir modificaciones significativas ante cambios que se puedan producir". En ese sentido, ha señalado que "un entorno de guerra no es el mejor para hacer estas predicciones".

Además, Joseba Madariaga ha explicado que en el tercer trimestre de 2022 el PIB de Navarra creció un 0,5% con respecto al trimestre previo, frente al 0,1% de la media nacional, lo que evidencia que "no se aprecia una desaceleración relevante de la actividad en Navarra". Asimismo, la renta de la economía navarra se encuentra un 0,8% por encima del nivel previo a la pandemia.

Igualmente, Madariaga ha mencionado "como fortaleza" de la Comunidad foral la situación del mercado laboral, ya que las tasa de actividad y ocupación han alcanzado los niveles previos a la pandemia. Navarra registra una tasa de paro del 9%, "de las más bajas entre las Comunidades Autónomas del conjunto del Estado".

Para 2023, la estimación de Laboral Kutxa es que el empleo crezca un 1% en Navarra (0,9% en España) y la inflación se situé en el 4% en la Comunidad foral (3,9% en España). En cuanto a la evolución del empleo, la tasa de paro se situaría en Navarra en el 9,3%, mientras que en el conjunto nacional sería del 12,9%.

Además, el cierre del año 2022 ha supuesto una corrección al alza con respecto a las previsiones que realizó en verano Laboral Kutxa. Así, el crecimiento de la economía de Navarra habría sido en 2022 de un 4,1%, mientras que la economía de España estaría por encima, en el 5,3%.

Durante la presentación del informe, Madariaga se ha detenido también en la situación de los precios para señalar que la inflación tocó techo en julio en España y desde entonces ha comenzado a descender, algo que ha atribuido a las medidas adoptadas por el Gobierno y a la evolución del precio de la energía.

No obstante, ha advertido de que la inflación subyacente no ha experimentado esta evolución descendente. "Las subidas de precios en un entorno que no va acompañado de subidas salariales suponen una pérdida de poder adquisitivo para los ciudadanos", ha afirmado.

Por su parte, en un repaso de las claves de contexto económico,  el director de Desarrollo de Negocio de Laboral Kutxa, Ibon Urgoiti, ha afirmado que la guerra en Ucrania "marcó el inicio de un escenario complejo, particularmente en Europa" y ha asegurado que "la dependencia europea del petróleo y el gas ruso, unido a las sanciones de occidente a Rusia, han provocado un escenario en el que la inflación ha tenido un elevado protagonismo y el crecimiento ha ido debilitándose a partir de la segunda mitad del año".