Crece el malestar en el comité de Volkswagen Navarra, que observa cómo la multinacional relega a la planta de Landaben en sus planes de inversión y futuro. Tras observar cómo Martorell recibía la adjudicación de un modelo eléctrico de VW mientras que Pamplona se tiene que conformar con un Skoda, la incertidumbre acecha ahora a la planta de baterías, que la multinacional se resiste a instalar dentro del recinto de Volkswagen Navarra. El propio presidente de la empresa ha confirmado que la decisión excede a la dirección de Navarra. 

Y no se trata de un asunto menor. Su puesta en marcha, que requiere de una inversión cercana a los 200 millones de euros, supondría la creación de entre 400 y 500 puestos de trabajo. Empleos que el comité quiere tener dentro de la empresa. “Se trata de una actividad de valor añadido, que no asegura el empleo a partir de 2027. De no quedarse dentro del recinto de Volkswagen Navarra, 600 empleos estarán en el aire”, aseguró Alfredo Morales (UGT), presidente del comité de empresa. 

“No se puede entender que se busque una ubicación diferente a esta: el Gobierno debe explicarlo”

Alfredo Morales - Presidente del comité (UGT)

“Lo que nos esta llegando es que la planta podría situarse fuera de la fábrica, lo que no tendría ningún sentido y supondría además que las condiciones de trabajo fuesen peores”, señalaba Morales, quien aludía al sinsentido de que las celdas de baterías lleguen en tren desde Sagunto hasta una fábrica en los alrededores de Pamplona y que viajen después en decenas de camiones hasta la fábrica. “¿Pero qué sostenibilidad es esta?”, se preguntaba antes de intepelar al Gobierno de Navarra y, en concreto, al consejero Mikel Irujo para que explique qué actuaciones está llevando a cabo en este sentido. “Si por parte del Gobierno de Navarra se ha trabajado conjuntamente con Volkswagen Navarra para deshacer ese lazo ferroviario en Volkswagen, con unas inversiones de 40 millones, porque era necesario para el desarrollo de esta fábrica y para la sostenibilidad en el transporte, ¿alguien podría entender que se esté trabajando para buscar una ubicación diferente a esta?”, subrayó el presidente del comité de empresa.

Morales compareció ayer en la fábrica junto al resto de cabezas de lista del comité de empresa para reclamar al grupo el “el mismo tratamiento que se está dando a Martorell”, que sí contará con su propia planta de ensamblaje de baterías, a pesar de que requiere de acondicionamiento mucho más importante que en Landaben. Para Navarra, sin embargo, el grupo no tiene clara la necesidad de invertir y estaría buscando alianzas con otros actores empresariales capaces de realizar el ensamblaje a un menor coste. Para ello se estarían contemplando otras ubicaciones y al menos una empresa asiática ya habría mostrado su interés al Gobierno de Navarra para instalarse en la Ciudad del Transporte y suministrar las celdas de baterías.

El comité de VW Navarra se oponen frontalmente a esta decisión y advierte de que, de materializarse, podrían saltarían por los aires los acuerdos del segundo modelo. Los mismos que permiten una jornada de 216 días y sacar adelante 1.438 coches al día. “A partir de 2027 tampoco tenemos asegurados los 350.000 coches que reclamamos y podemos fabricar. Si vamos a hacer 300.000, como nos están diciendo, volveríamos a los 211 días de jornada”, retó Morales, quien aseguró que con estas producciones “no se asegura la empleabilidad de la plantilla”. “Quizá algunos estén pensando en los trabajadores fijos, pero nosotros tenemos en cuenta también a los eventuales. Todos forman parte de la plantilla de Volkswagen Navarra”.

Apunte

Reunión con Alemania. Alfredo Morales tiene intención de reunirse con la presidenta del comité europeo y mundial, así como con el CEO de VW (Oliver Blume) y con los responsables de la marca y del área de componentes. 

UPN carga contra el Gobierno. Javier Esparza, presidente de UPN, acusó ayer al Gobierno de Navarra de plegarse a los intereses de Pedro Sánchez, que visitó Martorell y Sagunto, en detrimento de la planta de Landaben.