El consumo privado sigue emitiendo señales de cierta resistencia. A pesar de la subida de precios, del ruido político y del contexto internacional, la situación económica de las familias se sostiene, sobre todo gracias a la fortaleza del empleo, y esto se siente en los datos de actividad del comercio, que mejoraron en Navarra un 3,5% en julio respecto al mismo mes del año pasado, una vez descontados los efectos de la inflación. Una mejoría que, sin embargo, no tiene su correspondencia con el volumen de empleo, que en Navarra apenas crece.

Son los datos que aporta Nastat, el Instituto de Estadística de Navarra, a partir de la serie que publica el INE y que deja sin embargo a la Comunidad Foral muy lejos de los datos nacionales. En el conjunto de España, el comercio mejoró un 7,7% (un 7,3% corregido por los efectos estacionales y del calendario), un dinamismo que parece recoger no solo el momento económicos, sino un regreso ya absoluto a la normalidad, con millones de turistas extranjeros regresando y comprando tras el covid. 

Las ventas del comercio minorista aumentaron en todas las comunidades autónomas en julio, con la Comunidad de Madrid (12 %), Islas Baleares (10,2 %) y Ceuta (9,7 %) como las regiones que experimentaron un mayor crecimiento. En el extremo contrario se situaron Extremadura (2,5 %), Castilla y León (2,8 %) y Navarra (3,5 %), donde menos crecieron.

En Navarra el impacto del turismo extranjero es menor, con lo que resultaba esperable que el rebote de la actividad fuera menor. Pero no parece tratarse solo de eso. Desde 2019, y con la única excepción de 2020, el año de los mayores confinamientos de la pandemia, los datos de ventas del comercio en Navarra empeoran a la media española. Y parecen alinearse más con los del noroeste de España, donde el envejecimiento de la población y el despoblamiento parece estar pasando factura a una de las actividades más sensibles al dinamismo económico de cada zona. 

Navarra no tiene un problema de despoblación, a pesar de las dificultades de algunas zonas, pero su economía, fuertemente industrializada, suele mostrar un perfil algo más estable. Resiste mejor en épocas de crisis y muestra un perfil algo más chato en momentos de cierta bonanza. Junto a ello, la propia dinámica de la actividad comercial, con un peso creciente en la venta electrónica, ha desviado parte del crecimiento hacia las actividades de reparto.

Así lo muestran también los datos de empleo del comercio, una actividad que, tanto en su faceta minorista como mayorista, ocupa en estos momentos a Navarra unas 37.000 personas. Son apenas 3.000 más que hace una década, lo que supone un crecimiento del 9%, muy inferior al que en este tiempo ha registrado el conjunto del mercado laboral, que supera el 20%. Los datos del último año, con apenas un 130 nuevos puestos de trabajo y del último cuatrienio, desde el verano previo al covid, también dejan a Navarra lejos de los nacionales. Mientras que el empleo el comercio crece un 1,75% desde julio de 2019 en toda España, en la Comunidad Foral apenas lo hace un 0,58%. 26 de las 50 provincias, con el sur, Levante, Madrid y Catalunya en cabeza, tienen mejores datos que Navarra.

En toda España, las ventas al por menor encadenaron en julio su octava subida consecutiva, ya que no descienden desde el pasado noviembre de 2022 (-0,7 %), y experimentaron su mayor ascenso desde marzo de 2023, cuando aumentaron un 10% interanual. Además, han recuperado su nivel previo a la pandemia del coronavirus, ya que el índice en julio fue un 0,5 % superior al registrado durante el mismo mes de 2019.

Ropa, calzado, complementos y alimentos

Por tipos de producto, el equipamiento personal -en donde se engloban la ropa, el calzado o los complementos- experimentó el mayor ascenso interanual en julio, del 16,2 %, en un mes que ha estado marcado por las rebajas de verano, que comenzaron a finales de junio en las grandes cadenas, y por la temporada alta de vacaciones.

Junto al equipamiento personal, las ventas al por menor de otros bienes crecieron un 14,2%, las de alimentación aumentaron un 2,8% y las de equipamiento del hogar subieron un 1,9%. Todos los modos de distribución del comercio presentaron tasas de variación anuales positivas, con las grandes cadenas como los que experimentaron mayores aumentos de sus ventas en julio (14%).

Tras ellas se situaron las pequeñas cadenas (12,3%), las grandes superficies (5,8%) y las empresas unilocalizadas (4,6%). Por su parte, las ventas de las estaciones de servicio bajaron un 1,5% en julio con respecto al mismo mes de 2022, por lo que si se descuenta su efecto, el índice habría subido un 9,4% interanual.