El inmobiliario sigue siendo, a pesar de los altos precios y de los cambios regulatorios que se dibujan cada vez más cercanos en el horizonte, uno de los sectores preferidos por ahorradores e inversores. Solo la fuerte barrera de entrada que supone el alto precio del inmueble frena la entrada de muchas personas, que están encontrando, sin embargo, nuevas vías de entradas a un mercado atractivo tanto por la rentabilidad que ofrece el alquiler como por la revalorización a largo plazo de buena parte de los inmuebles.

Una de ellas es Equalice, una inmobiliaria creada por Luis Collantes y a la que se ha incorporado como nuevo socio de referencia Jorge Labarta, fundador de la consultora de riesgos financieros Quant. Esta firma permitirá invertir en el sector inmobiliario con una aportación mínima de 500 euros y con el objetivo de ofrecer rentabilidades estimadas de entre el 7% y el 10%. Al proyecto también se ha unido María Sola, especializada en urbanismo y con experiencia promotoras de Navarra y la Comunidad Autónoma Vasca.

La inmobiliaria combina la tradicional inversión en inmuebles con el uso de tecnología blockchain, que permitirá fraccionar las inversiones y asegurar su liquidez. En estos momentos, se encuentra en proceso de búsqueda y selección de su primera inversión. Pamplona será el mercado preferente, si bien la inmobiliaria también buscará oportunidades en Pamplona, Zaragoza, Pirineo aragonés y el área de Salou. 

Luis Collantes

“Vamos a inmuebles acabados, en el caso de las viviendas, y a locales comerciales que estén ocupados”, explica Jorge Labarta, en referencia al perfil inversor de la empresa, que será conservador, pero que buscará su propio nicho de mercado para mejorar la rentabilidad final. Así, tratará de comprar algo por debajo del precio del mercado, apostando por pequeñas reformas que mejoren el inmueble y permitan elevar la renta. Del mismo modo, se decantará por el alquiler habitacional, que ofrece una mayor rentabilidad que el de la vivienda completa y no se vería afectado por la nueva ley de vivienda. Y trabajará con un horizonte de inversión finalista: el inmueble se vendería a los seis o siete años. 

Objetivo, rentas mensuales

“En la mayor parte de los casos se ofrecerá una renta mensual al inversor”, explica Labarta, quien señala que el mínimo para invertir es de 500 euros, si bien esperan que participen en ahorradores con aportaciones superiores, de entre 10.000 y 20.000 euros, por ejemplo. Unas cantidades que, si generan un 7%, permitirían ingresar unas rentas de entre 60 y 120 euros al mes. Diez inversores de 20.000 euros cada uno, bastarían así para adquirir una vivienda de unos 200.000 euros. 

Jorge Labarta Archivo

El objetivo es que la experiencia del inversor sea lo más sencilla posible, que se limite, por tanto, a aportar el dinero y percibir las rentas. No necesita conocer la tecnología blockchain, por supuesto, hacer frente a la gestión de los inmuebles, de lo que se encargaría previsiblemente una tercera empresa. El inversor recibiría toda la información del inmueble que se va a adquirir. “Antes de publicarla –explica Labarta– cualquier oportunidad de inversión habrá sido revisada y validada por una empresa de servicios de inversión, tal y como obliga la Comisión Nacional del Mercado de Valores”.