ELA ha apelado a la “confrontación política, social y sindical para propiciar un cambio en beneficio de la vida de las personas”, petición realizada en el marco del 1 de Mayo celebrado en Pamplona.

Unos 700 afiliados y simpatizantes se han reunido en la plaza de la Cruz para participar en la manifestación que ha partido con el lema Antolatu, borrokatu, irabazi (Organizar, luchar, ganar). La lluvia ha hecho acto de presencia al inicio.

El coordinador de ELA en Navarra, Imanol Pascual, ha pedido una reforma fiscal de calado y unas políticas sociales comprometidas al Ejecutivo de Chivite para asegurar el mantenimiento de servicios públicos de calidad -en salud, educación, cuidados y vivienda-; y ha vuelto a denunciar una vez más que los beneficios empresariales no están repercutiendo de manera positiva en trabajadores y trabajadoras.

Por eso Pascual ha reiterado la necesidad de confrontar contra esos poderes para lograr los objetivos de la clase trabajadora. Asimismo, ha pedido derribar el Monumento a Los Caídos.

Defensa del pueblo palestino

A los pocos minutos de comenzar la marcha, el sindicato ha protagonizado un acto enfrente de la sede de la Delegación del Gobierno para denunciar “el genocidio del ejército israelí en Gaza y en Cisjordania”.

ELA ha querido mostrar así su preocupación por el auge del belicismo, con un mayor incremento del gasto militar. “Es irresponsable favorecer a la industria armamentística", ha manifestado.

ELA ha subrayado que esta matanza cuenta con “la complicidad de los poderes políticos y económicos de Occidente”. De esta forma, ha exigido el alto el fuego y el derecho a un estado del pueblo palestino. “Denunciamos la hipocresía del Gobierno español que dice defender la creación del Estado palestino y por otro lado califica a Israel como Estado amigo y le vende armas”, ha dicho Pascual.

Este 1 de Mayo los sindicalistas de ELA se han comprometido a trabajar por “un mundo mejor, ya que hay que ser consciente de las trágicas consecuencias de un sistema capitalista, heteropatriarcal y racista".

Cuatro claves

ELA ha citado las cuatro claves de la actual coyuntura socioeconómica: el aumento de beneficios empresariales; el empeoramiento de las condiciones laborales y de vida de las personas; la complicidad de los gobiernos; y la falta de oposición y propuesta alternativa desde la izquierda institucional.

En el terreno laboral, Pascual ha argumentado una lucha sindical con huelgas para obtener mejores convenios, aunque en esta estrategia resulta clave “la autonomía del sindicato y la caja de resistencia”. Ha citado conflictos actuales como el paro indefinido en Lozy’s o las acciones en el sector de residencias.

“Los logros para la clase trabajadora no vienen ni del diálogo social ni de la participación institucional; solo la coordinación colectiva y la lucha sindical permiten avanzar hacia una Euskal Herria mejor”, ha reivindicado como cada 1 de Mayo.

Participación de delegadas

Las delegadas Oihane Etxart y Ana Apeche, de Lozy’s; y Marta Prieto, trabajadora de la residencia Misericordia en Tudela, han intervenido desde el escenario.

Las primeras han explicado que después de “ocho años trabajando para levantar la empresa entre todos con horas extra y sábados laborales, toca firmar un convenio propio con garantías”. Etxart y Apeche han sido claras claras: “No nos vamos a dar por vencidas, y seguiremos peleando con el apoyo de la caja de resistencia”.

Prieto se ha centrado en el conflicto de las residencias, que este jueves se reúne la mesa de negociación. “Pedimos a la patronal y al Gobierno de Navarra condiciones dignas. Rechazamos que fondos buitre gestionen estos centros”, ha reclamado.

En la manifestación, una pancarta ha recordado el papel de estas empleadas en la pandemia de 2020 que no se ha reconocido todavía en el convenio. El lema lanzaba una pregunta para reflexionar y una reivindicación: ¿No éramos esenciales? El convenio también. Salario mínimo de 1.500 euros y jornada de 1.592 horas. “A más huelgas, mejores convenios”, ha concluido Pascual.

En breve

Más inversión. Pascual ha pedido más inversión en servicios públicos para tener una sanidad de calidad, un sistema de cuidados accesible y una vivienda como un derecho. El coordinador de ELA en Navarra se ha dirigido al consejero Fernando Domínguez para indicarle que “las listas de espera se reducen con más inversión pública, más plantilla y con mejores condiciones laborales”.

Contra las políticas neoliberales. El sindicato ha reprobado el acuerdo presupuestario del Gobierno de coalición de Chivite con EH Bildu. “Incluso contó con el visto bueno de UPN hasta la moción de censura en el Ayuntamiento de Pamplona. Nos preocupa la falta de alternativas reales de la izquierda institucional”, ha señalado. Pascual ha vuelto a exigir una reforma fiscal de calado.