El turismo sigue creciendo en Navarra. Pero lo hace, explican desde el sector de un modo sostenible, lejos de los problemas que está generando en otros puntos de la geografía española. La llegada de visitantes, que crece sin parar tras el final de la pandemia, ha impulsado un negocio, el de la hostelería, que suma más de una década de crecimiento continuo y que, en la Comunidad Foral, da empleo ya a cerca de 20.000 personas.
Ha crecido el tejido empresarial existentes y se crean también nuevas empresas allí donde se vislumbran oportunidades. Solo en los dos últimos años, la Comunidad Foral ha incorporado 45 hoteles, hostales, pensiones y albergues turísticos (de 455 a 500), las tres categorías con mayor capacidad de generación de empleo, junto a los campings, cuyo número se mantiene estable. Si se tienen en cuenta todas las categorías, el crecimiento ronda los 400 establecimientos, si bien la mayor parte se corresponde con apartamentos turísticos de Pamplona, obligados a registrarse por Hacienda y por el propio ayuntamiento de la capital navarra.
“Hay algunos negocios más, pero creemos que se trata de un crecimiento moderado y sostenible”, explica Nacho Calvo, portavoz de la asociación de hostelería de Navarra, quien atribuye el crecimiento a un incremento en el número de viajeros que, además, no se concentra ya solo en verano, sino que se percibe en casi todos los meses del año. Cualquier puente o fin de semana largo la actividad turística rebota con fuerza.
El sector está creciendo asimismo en buena parte del territorio, con fondos procedentes de Europa que apuestan por dotar a la actividad de una cierta sostenibilidad con el entorno.
El doble en una década Los establecimientos hoteleros registraron en la primera mitad del año la presencia de 478.881 viajeros, unos 5.000 más que en el mismo periodo del año pasado. Un alza apenas superior al 1%, que confirma el perfil de suaves incrementos de los últimos trimestres. El aumento en muy superior en el caso de los alojamientos extrahoteleros, que registran alza próxima al 15%, con 60.000 turistas más en la primera mitad del año. Son los apartamentos turísticos y sobre todo los albergues los que en mayor medida se nota el incremento. En la última década, el número de viajeros se ha incrementado cerca de un 80%.
Lo notan en los ya 99 hoteles que permanecen abiertos en Navarra, siete más que hace dos años y que ofrecen 8.214 plazas, un 3% más que el año pasado. También en los 35 hoteles rurales, cuya oferta crece un 16% tras el final de las últimas restricciones por el covid, un acontecimiento que puso al sector al borde del colapso, pero del que se ha recuperado con holgura. Hace ya más de un año cuyo volumen de empleo rebasó el de 2019. En julio, 19.327 personas figuraban como cotizantes, 114 más que hace un año y unas 4.000 más que una década atrás.
El suave incremento del último año se corresponde con el aumento en el número de turistas y del mayor gasto, que parece estar conteniéndose en las últimas semanas. “Parece que el turismo nacional se ha frenando algo, como era lógico después de los dos últimos años, que una locura”, explica Calvo, quien dice que julio, con San Fermín, fue mejor que en 2023 y que las perspectivas para agosto son buenas. Incluso las estimaciones que maneja el Gobierno de Navarra con vistas al otoño y al invierno apuntan a un crecimiento relevante de la actividad.
“Casi mejor que el turismo nacional se haya frenado algo, porque hay muchos problemas para encontrar personal”, explica Nacho Calvo, quien señala que esta es, ahora mismo, una de las grandes dificultades con las que se encuentran las empresas del sector, la mayor parte de ellas pymes y micropymes.