La erosión de la clase media no es un proceso rápido, ni tampoco lineal. Las crisis aceleran tendencias de fondo, de décadas, mientras los periodos de crecimiento las frenan o incluso las revierten en parte. Y no supone necesariamente que quien es clase media deje de serlo tras haber perdido el empleo y verse obligado a aceptar otros trabajos con menores retribuciones.

Se trata, más bien, de un fenómeno lento, casi de sustitución natural, y con un claro componente generacional y de origen. El sueldo medio de una persona con nacionalidad española es hasta un 40% superior al de una persona extranjera: unos 9.000 euros anuales de diferencia. Por su parte, los jóvenes de finales de los 90 y comienzos de siglo disfrutaron de un mercado de trabajo en expansión. Accedieron con cierta rapidez a un empleo e incluso a una vivienda, algo vedado para la generación siguiente, que conoció dos crisis consecutivas y a la que impactó de lleno la devaluación salarial impulsada desde 2010 y agudizada con la reforma laboral de 2012.

Los datos del gasto de las familias muestran esta realidad diáfana. Los hogares donde los menores de 44 años aportan el sustento principal se apretaron el cinturón mucho más que el resto. Y de gastar casi 36.500 euros en el año 2007 pasaron a gastar apenas 27.000 en 2014, cuando el empleo tocó suelo e inició una suave remontada. Su gasto actual es de algo más de 33.400 euros.

El recorte fue algo menor en el siguiente grupo de edad (44-64 años), el de mayores ingresos medios, que pasó de 43.300 a unos 37.000 euros. En la actualidad no llega a 39.000 euros, un indicador de que las estrecheces van alcanzando a este colectivo conforme pasan los años. Y solo el grupo de hogares cuya fuente principal de ingresos procede de una pensión de jubilación ha sido capaz de incrementar su gasto, incluso en los momentos de mayor dificultad económica. Al calor de la revalorización de la mejora paulatina de las pensiones, su gasto medio pasó de 23.600 euros en 2006, a 27.000 en 2013 y a superar los 31.000 en la actualidad.