La actividad de BSH Electrodomésticos sigue siendo rentable en España. Lo muestran los datos de la filial que la multinacional alemana tiene en nuestro país, cuya sede se ubica en Zaragoza y donde consolida resultados la planta de Esquíroz, amenazada hoy de cierre. Las cuentas presentadas ante el registro mercantil reflejan que el beneficio acumulado por BSH en los últimos cinco ejercicios consolidados (2019-2023) asciende a 263,7 millones de euros.
Se trata de la cifra neta, tras el pago de impuestos, con lo que el resultado bruto supera los 345 millones de euros en el último lustro. 2023, último ejercicio del que existen datos, cerró con un beneficio neto muy próximo a los 60 millones de euros, el más elevado de la serie histórica reciente. La empresa no ofrece los datos desagregados por plantas de fabricación, si bien Mikel Irujo, consejero de Industria del Gobierno de Navarra, recordaba esta misma semana que la multinacional no podrá alegar “causas económicas” entre los motivos del cierre, al entender que siempre ha generado beneficios. “Ellos mismo admiten que algunos de los productos que estamos fabricando son rentables en Esquíroz”, añadían fuentes del comité de empresa.
La cuenta de resultados de BSH en España sí muestra los problemas de la multinacional a la hora de defender cuota de mercado en un entorno muy competitivo. Los 1.545 millones de euros facturados en 2023 suponen en torno a un 10% menos que el año anterior y apenas un 10% más que en 2019, a pesar del golpe inflacionario de los últimos ejercicios. El auge de las marcas chinas (Haier, Hisense, Xiaomi) y coreanas (LG y Samsung) está limitando el empuje del histórico fabricante alemán, que ha apostado además por productos de mayor valor, “sacrificando volumen”, explicaban desde el comité. En los últimos años, asimismo, el grupo ha ido apostando por los centros productivos de Turquía y Polonia, donde los costes laborales son muy inferiores a los españoles.
Todos estos datos estarán presentes en la reunión que este viernes mantendrán en Madrid representantes institucionales de Navarra y el Ministerio de Industria con altos cargos de la multinacional alemana. A ella acudirán la presidenta de Navarra, María Chivite, así como el ministro del ramo, Jordi Hereu, y la secretaria de Estado de Industria, Rebeca Torró, así como representantes del grupo BSH en Alemania.
Entre estos últimos, estarán Christian Prenzel, director de BSH para Europa, y Jörg Ulrich, jefe de producción global. Por parte del Gobierno de Navarra acompañarán a la presidenta el consejero de Industria y Transición Ecológica y Digital Empresarial, Mikel Irujo, y la consejera de Derechos Sociales, Economía Social y Empleo, Carmen Maeztu.
UGT plantea ayudas para evitar el cierre
La Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA) de UGT ha rechazado “rotundamente” el cierre que el grupo BSH Electrodomésticos quiere llevar a cabo en la planta de Esquíroz en Navarra “dejando sin empleo a todos sus trabajadores , una medida traumática que, además, va a tener un gran impacto en los proveedores de la comarca, hasta el punto de que al menos 1.000 familias podrían verse afectadas por este proceso”.
El sindicato ha llamado al grupo Robert Bosch, propietario de BSH Electrodomésticos, que fabrica los mismos con las marcas de Bosch, Siemens y Balay, a que “actué con responsabilidad y mantenga el centro productivo abierto, garantizando de esta forma el empleo del conjunto de los trabajadores y trabajadoras”.
UGT defiende que la planta “es viable” y ha reclamado que, “en lugar de deslocalizar producción con el traslado a Polonia y Turquía de la fabricación actual, esta se mantenga en la planta de Esquíroz de manera temporal mientras se implantan nuevos modelos en la planta, específicamente productos más eficientes energéticamente que no se están fabricando actualmente en la planta y que requieren de una inversión inicial a coste mínimo”.
Un impulso que “podría tener encaje en los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), concretamente en los destinados a la Descarbonización y Modernización de la Industria, dotados con 3.100 euros de inversión pública, lo que supone un incentivo más para apostar por esta gama.