Una acción en cadena ha llegado a algunos pueblos de Navarra, que anteriormente se había extendido por Europa promovida por los agricultores y ganaderos que iniciaron sus tractoradas el año pasado en defensa de su futuro.
La iniciativa consiste en poner boca abajo la señal que plasma el nombre de la localidad. Ha ocurrido en Figarol o Carcastillo, dos municipios próximos a Aragón, comunidad en la que esta reivindicación ha llegado como también a Catalunya y otros territorios del norte de España. También se ha visto en Lazagurría, en Tierra Estella.
Con esta acción, las personas que lo han impulsado pretenden visualizar que hay que resolver la situación que vive el sector primario. Ninguna organización se ha responsabilizado de esta protesta.
La Unión Nacional de Asociaciones del Sector Primario Independientes (UNASPI), en la que está integrada la asociación navarra Semilla y Belarra, ha explicado que “ha sido un efecto contagio totalmente espontáneo por el que agricultores y ciudadanos han querido hacer ver que todo está del revés y hay que darle la vuelta”.
Sin embargo, UNASPI ha remarcado que “no tiene nada que ver con esa acción, ni ninguna de sus asociaciones”.
Agricultores y ganaderos defienden que los productos procedentes de terceros países cumplan las mismas normas de calidad vigentes en la UE para evitar la competencia desleal, de ahí que rechazan tratados de libre comercio como el de Mercosur con la UE; o la revisión de la PAC y la modificación de las políticas medioambientales europeas, entre otras materias.
Este miércoles en rueda de prensa tras la sesión de Gobierno, su portavoz, Amparo López, se refirió a este tema preguntada por los periodistas. Admitió que no tenía “constancia directa de estos hechos”, pero afirmó que “si hay infracción administrativa o penal se intervendrá como en cualquier tipo de actuación que no sea adecuada”.
Sin embargo, insistió en que no podía pronunciarte porque no conocía los detalles de este tema.