La plantilla de Sunsundegui está pendiente de que le entreguen la carta de despido, después de que el periodo de consultas para negociar el expediente de regulación de empleo (ERE) concluyera sin acuerdo el pasado lunes, antes del apagón. La administración concursal y el comité, compuesto por cinco delegados de UGT, tres de LAB, tres de CCOO y dos de ELA, no llegaron a un pacto por las indemnizaciones del ERE. Una vez terminado este proceso, la administración concursal notificó al juzgado la falta de acuerdo entre las partes y la solicitud para iniciar las extinciones de contrato.

En un principio, como el expediente de regulación de empleo de suspensión temporal de contratos (ERTE) expiraba este miércoles 30, las salidas comienzan el 1 de mayo, según informaron fuentes sindicales. La plantilla, compuesta por unas 340 personas trabajadoras, tendrá que acudir al Fogasa (Fondo de Garantía Salarial) para cobrar el finiquito y las compensaciones económicas por el despido, relataron fuentes sindicales.

La mayoría de los trabajadores y trabajadoras dejarán de estar vinculados a Sunsundegui en breve, excepto cerca de una veintena de empleados que mantendrán la relación contractual con la carrocera hasta que terminen de fabricar dos autobuses para Volvo.

La empresa todavía tenía pendiente de concluir la producción de nueve vehículos, pero solo disponen de piezas para dos unidades, detallaron estas fuentes. Por ese motivo, estas dos decenas de empleados continuarán en Sunsundegui aproximadamente un mes más, calculan.

La liquidación

Sunsundegui ya se adentra en la fase de liquidación en la que se pondrá a subasta la unidad productiva por si hay empresas interesadas en su adquisición. La posibilidad del inversor industrial se esfumó al desaparecer el grupo belga Dumarey, por lo que la empresa está abocada a su cierre. A no ser que en este punto del proceso alguien puje por toda la unidad productiva –algo complicado–. La otra opción es la compra por lotes, que lleven al desmantelamiento de la factoría por su clausura para cubrir deudas de los acreedores.

Tras 80 años de andadura, se va consumiendo el fin de Sunsundegui, una carrocera emblemática en Sakana. Los sindicatos exigen la reindustrialización de la zona.