La opa del BBVA sobre el Sabadell se resolverá en octubre. La decisión está ya en manos de los accionistas de la entidad catalana, después de que Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) diera este viernes luz verde a la operación y con ello se abriera la fase final, que dará carpetazo a un culebrón de año y medio. El banco de origen vasco mantiene sin variaciones su oferta: 0,70 euros en efectivo por cada 5,5483 acciones de Banco de Sabadell. Y, teniendo en cuenta la cotización de ambos bancos en la sesión de la Bolsa de hoy, la prima negativa sigue rondando el 8%.
Es decir, que las acciones de Sabadell valen ahora más en Bolsa de lo que el BBVA ofrece por ellas, pero Carlos Torres ya había expresado que no tenía intención de mejorar su propuesta, ni siquiera cuando la entidad catalana anunció el reparto de un megadividendo entre sus accionistas condicionado a no aceptar la opa. Tampoco pensaba reducir el umbral mínimo de aceptación y ha cumplido lo anunciado, por lo que el éxito de esta opa hostil está sujeto al sí de más de la mitad de los derechos de voto de las acciones del Sabadell.
“Mantenemos la oferta que tenemos sobre la mesa, que es la que nos gustaría, e invitamos a los accionistas de Sabadell a aceptarla. No vemos motivos para cambiarla. Por eso se mantiene la misma oferta inicial, que ahora tiene un valor mucho mayor”, explicó ayer Torres. De todas formas, según la ley de opas, el BBVA puede mejorar su oferta hasta tres días antes del final del periodo de aceptación y hasta cinco días antes podrían aparecer ofertas competidoras.
Según el calendario estimado por el banco vasco en el folleto presentado a la CNMV, el próximo lunes arrancará el plazo de aceptación de la opa, tiempo en el que los accionistas deberán pronunciarse sobre la oferta del banco vasco. Este periodo durará 30 días naturales, a pesar de que la normativa contempla hasta un máximo de 70 días, por lo que finalizará el 7 de octubre. Una semana después se publicarán los resultados y entre el 17 y el 20 de octubre se procederá a su liquidación, es decir, al canje de acciones si es que la operación es aprobada. Esto en cuanto al calendario; ahora los detalles.
El visto bueno de la CNMV llega pocas horas después de que el regulador del mercado estadounidense (la SEC, por sus siglas en inglés) autorizara al BBVA a renunciar a la condición de aceptación mínima del 50% si la operación puede salir adelante con al menos el 30% de los derechos de voto, la primera vez que la entidad se abría a esta posibilidad.
Sin embargo, Torres se reafirmó este viernes en la condición mínima de aceptación del 50% y explicó que el regulador estadounidense pidió al banco todos los escenarios posibles, incluyendo la posibilidad de reducir esa condición al 30%, y esto es lo que hizo, pero que si no se alcanzan más de la mitad de los derechos de voto, la opa se declarará “no exitosa” porque no tienen interés en quedarse como accionistas. Por otro lado, la información remitida a la CNMV despeja las dudas sobre las sinergias. BBVA estima ahora un ahorro de costes de 900 millones de euros –50 millones más que hace unos meses–, sin embargo, ha retrasado a 2029, y no en 2028, la consecución de estas sinergias como consecuencia de las condiciones que le impuso el Gobierno en junio. De hecho, en los tres primeros años, la entidad reduce el ahorro de costes a 235 millones –el BBVA recurrió a finales de julio ante el Tribunal Supremo la decisión del Ejecutivo, sin embargo, este recurso aún está pendiente de admisión a trámite–.
Largo plazo
En su argumentación, el BBVA insiste en que el atractivo de la opa va más allá del valor de canje. “Al ser una ser una oferta en acciones, su atractivo también reside en la valoración actual de BBVA y su potencial de revalorización futura. Así, los accionistas de Banco Sabadell obtendrán con la fusión un beneficio por acción un 25% superior al que lograrían si la entidad mantuviera su andadura en solitario”, apuntó Torres. Esto va en la línea de una visión a medio-largo plazo, tal y como explicaba hace unas semanas el experto financiero Antonio Gallardo a este periódico.
“Sabadell va a remunerar de una forma extraordinaria a sus accionistas este año, pero ¿qué va a pasar en los siguientes? ¿Cuál es el crecimiento de un Sabadell que se va a quedar además mucho más pequeño tras la venta de su filial británica? Sabadell se va a quedar como un banco nacional cuando la tendencia del mercado y la tendencia de la Unión Europea es que haya bancos cada vez más grandes. Yo creo que esa es la fortaleza del BBVA y es por donde tendría que tratar de convencer a los accionistas”, apuntaba.
“Si la opa no sale adelante no pasa nada. Tenemos un bancazo con un proyecto muy potente”
Una línea que contrasta con la opinión generalizada del mercado, que apuntaba a la necesidad de que Torres mejorara su oferta tras la doble junta extraordinaria del Sabadell en agosto, en la que los accionistas autorizaron la venta del TSB al Santander y el reparto de un megadividendo de 2.500 millones. Torres recordó, además, que la prima de la opa es del 30% con respecto a la cotización de Sabadell al 29 de abril de 2024, día previo del anuncio de la operación, y del 42% sobre los precios medios ponderados del Sabadell del mes anterior. “La prima ofrecida es muy superior a la de opas bancarias recientes”, defendió. Sin embargo, también habló de la posibilidad de que la operación no salga adelante. “Si la opa no sale adelante no pasa nada. Tenemos un bancazo con un proyecto muy potente”, zanjó el financiero.
Reacciones
La opa del BBVA sobre el Sabadell ha pasado un proceso tortuoso para conseguir el visto bueno de las diferentes autoridades y que se haya alargado 17 meses es la mayor prueba de ello. Y es que la oposición, sobre todo política, a ella ha sido la gran protagonista desde el principio. Por eso, ayer, las reacciones a la decisión de la CNMV no se hicieron esperar. “Ahora ya es el momento de los accionistas del Sabadell”, señaló un prudente ministro de Economía, Carlos Cuerpo. “Prudencia por nuestra parte a la hora de comentar la situación. Nosotros vamos a ir viendo qué es lo que sucede una vez abierto el periodo de aceptación por parte de los accionistas; iremos siguiendo esta operación para ver cuál es el resultado final”, añadió. Más duro fue el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, que calificó de “auténtica tomadura de pelo para los accionistas del Banco Sabadell, auténtico despropósito, auténtica sinrazón” la autorización.
También habló el otro protagonista de la operación, el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, quien aseguró que la oferta de BBVA “es incluso peor que la que ya valoró y rechazó el consejo de administración en mayo de 2024, porque infravaloraba el proyecto en solitario”. Oliu apeló a la revalorización de la entidad catalana y defendió que el banco ha remunerado más a sus accionistas que el BBVA en los últimos 16 meses.