Era la primera vez que jugaba la Copa de la Reina y no defraudó. Anaitasuna perdió este miércoles, sí. Quedó eliminado a las primeras de cambio del torneo. Pero lo hizo plantando cara a un equipo de la máxima categoría como es el CICAR Lanzarote Ciudad de Arrecife, manteniendo el pulso durante 45 minutos de partido y con un equipo que tuvo que tirar de juveniles ante las cinco bajas que presentaba en la primera línea. Todas las jugadoras cumplieron y, a pesar de la derrota (22-26), se fueron con la cabeza alta y cargadas de una confianza que esperan trasladar ahora a la Liga.

Las navarras compensaron sus ausencias y la teórica superioridad del rival con ilusión, atrevimiento y descaro sobre la pista. Apostaron por atacar con siete jugadoras, con el riesgo que ello siempre supone, con tres de ellas actuando desde la zona del pivote. Atrás apretaban en defensa, lo que dificultaba al conjunto canario –al que por momentos parecía faltarle ambición– desenvolverse de cara a portería.

ANAITASUNA 22

CICAR LANZAROTE 26


Anaitasuna (13+9) Naiara Bozal (portera), Natalia Ortiz (4), Lorea Mariñelarena (1), Irene Glaría (1), María Monllor (3), Daniela Natale (6) y Marta Jaqués –siete inicial–. Andrea Saez (portera), Naia Hualde (portera), Alba Jurado (2), June Aginagalde (1), Uxue Iriarte, Irune Puncel, Ane Garralda, Iraia Pilart (1), Julia Mendinueta (1) y Marta Jaqués (2).

CICAR Lanzarote Ciudad de Arrecife (13+13) Ana Marín (portera), Ana Radovic (1), Andrea Boner, Leticia Cobo (3), Gema Trujillo (6), Celia López (3), y Thais Fermo (5) –siete inicial–. Irene Sánchez (portera), Rocío Sthefani, Mornesa Alfredo (3), Carla Rivas (3), Alba Tort (1), Marilia Correia (1) y Ana Marín. 

Marcador cada cinco minutos 1-1, 4-4, 5-5, 8-7, 10-10, 13-13 (descanso); 15-13, 17-16, 18-19, 19-21, 19-24 y 22-26 (final). 

Árbitros Jorge López González y José Luis Hernández Lara (Madrid). Excluyeron por las locales a Daniela Natale, Iraia Pilart y Julia Mendinueta; y por las visitantes a Gema Trujillo.

Pabellón Anaitasuna. Unas 200 personas.


La primera parte, muy equilibrada, dejó clara una cosa: ante los ojos del espectador resultaba complicado saber cuál era el equipo de la Liga Guerreras Iberdrola y cuál el de la División de Honor Oro. Traspasado el primer cuarto de hora, con marcadores muy igualados, Anaitasuna quiso abrir la primera brecha significativa. Marta Jaqués, tras un robo defensivo, ponía el 7-6 (m.17). Naiara Bozal, con sus paradas, se lo ponía difícil a las atacantes canarias, que sufrían la exclusión de Trujillo. Alba Jurado lo aprovecharía para colocar el 8-6 desde los siete metros (m.18), antes de que se produjese la acción trágica del partido. 

Lanzamiento de Irene Glaría. Unai Beroiz

En una circulación de balón, mientras atacaba, la jugadora del CICAR Lanzarote Keyla Hernández se iba al suelo y sus gritos dejaban helado a todo el pabellón Anaitasuna. Doliéndose de su rodilla derecha, y acompañada por miembros del equipo local, abandonaba la pista entre los aplausos del público. Su rostro y sus gestos no presagiaban nada bueno.

Tras este golpe anímico, el partido continuó. Rocío Shefani lograba igualar la contienda aprovechando una inferioridad navarra. La efectividad de Daniela Natale, también desde los siete metros, resultaba clave y el debutante copero se iba al descanso con un esperanzador empate a 13

Andrea Saez suplió a Naiara Bozal bajo los palos en la segunda mitad. También participaría en el partido una tercera guardameta, Naia Hualde. Las de Mino Borja salieron enchufadas, con sendos goles de Irene Glaría y Natalia Ortiz que obligaban a Alfredo Rodríguez a parar el tiempo (15-13, m.34). A su equipo, colista en la máxima categoría, parecía faltarle intensidad ante un rival entusiasta.

Andrea Saez puso el cerrojo y María Monllor la directa con sus goles en ataque. El CICAR buscó soluciones en su defensa, con una 5/1 con Alba Tort en el avanzado, que le permitió igualar el duelo. Mino Borja paraba el tiempo.

Superada la mitad del segundo período, las canarias parecieron despertar. Anaitasuna iba en serio y la amenaza de quedarse fuera en la primera fase de la Copa de la Reina ante un rival de Oro parecía real.

El técnico, Mino Borja, con las jugadoras al final del partido. Unai Beroiz

Celia López adelantó al CICAR Lanzarote y Alba Tort, tras una recuperación defensiva, colocaba el 18-20 (m.45). Irene Sánchez, que cogió el testigo de Ana Marín bajo los palos, comenzó a entonarse y su equipo lo notó. Daniela Natale logró acortar distancias (19-20), pero a partir entonces Anaitasuna se desdibujó. Empezó a estrellarse con la efectividad de su portera y los lanzamientos se iban fuera, mientras que las de Lanzarote no fallaban y comenzaban a ampliar las diferencias, que llegaron a ser de hasta seis goles.

El conjunto navarro acabó por sucumbir ante su rival, no sin antes haberle plantado la batalla. La primera experiencia copera terminaba ahí, con el 22-26, pero con la mejor de las sensaciones.

Daniela Natale: "Muy orgullosa"

Tras el partido ante el CICAR Lanzarote las jugadoras se fundían en abrazos sobre la cancha. Lo habían dado todo. Una de ellas Daniela Natale que, con seis goles, fue la máxima anotadora para su equipo. “Estamos súper contentas y muy tranquilas también”, decía de primeras. “Muy orgullosa del equipo y del planteo. Nos salió bien. Estamos jugando con gente de la base en este momento complicado que tenemos con las lesiones y las juveniles están aportando un montón”, defendía.

La lectura positiva para una de las capitanas era la motivación de cara a la Liga: “Anímicamente nos vamos para arriba. El inicio ha sido complicado, ante equipos que van a pelear por el ascenso. Esto nos ayudará”.