¿Quién no ha comprado una bolsa de patatas (o de snacks similares) y al abrirla se ha dado cuenta, con evidente disgusto, de que dentro había más aire que comida? Es una estrategia que algunas marcas han usado para ahorrar costes engañando un poco al consumidor, que se suele fijar más en el tamaño de la bolsa que en la cifra que viene impresa con su peso total.

Pues bien, la cosa siempre puede ir a peor, y Doritos, debido a la elevada inflación acumulada (que en España alcanza el 7,6% y que en Estados Unidos es aún mayor) va a incluir cinco nachos menos en cada una de sus bolsas, según informa Gizmodo. Como el precio no está previsto que cambie, la marca confía en que el consumidor, al ver que la bolsa es del mismo tamaño y que el precio no ha variado, no se dé cuenta de que todavía hay más aire que antes.

Este fenómeno es más común de lo que creemos y se conoce como reduflación: las marcas reducen el tamaño o la cantidad de sus productos para mantener sus precios a pesar de la inflación. Y no se da sólo en las bolsas de patatas, En Estados Unidos, por ejemplo, se ha observado recientemente en marcas de papel higiénico, pasta de dientes, bebidas isotónicas o galletas saladas, entre otras.

La invasión rusa de Ucrania está contribuyendo a disparar la inflación, a lo que se suman los problemas, por ejemplo, para importar aceite de girasol del país invadido. Un aceite muy empleado para elaborar todo tipo de snacks fritos y que, de no solucionarse a corto plazo, puede hacer que el aire que te venden en esas bolsas sea aún más caro.