Siete u ocho años. Este es el margen que le queda a España para cumplir con los ambiciosos objetivos de su Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. Para 2030, tendremos que alcanzar el 23% de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero respecto a los niveles de 1990, el 42% de renovables en el uso final de energía, el 39,5% de mejora de la eficiencia energética y el 74% de energía renovable en la generación eléctrica. Y en el año 2050, la economía española deberá estar totalmente descarbonizada.

Todo ello supone inversiones importantes por parte de todas las empresas, más aún en el escenario actual, marcado por la incertidumbre. La crisis energética, sin embargo, ha puesto de relieve la necesidad de atacar la descarbonización de sectores intensivos en consumo de energías fósiles, como la industria o el transporte, para poder aumentar la competitividad de sus operaciones. En otros términos, nos encontramos ante la oportunidad de dar el empujón definitivo al despliegue de políticas activas de descarbonización y penetración de energías renovables.

Asimismo, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) –la estrategia española para canalizar los fondos destinados por Europa a reparar los daños provocados por la crisis sanitaria– se centra en la transición energética como herramienta para poder lograr una transformación de la sociedad. Más del 40% de los 70.000 millones de euros que este plan movilizará hasta 2023 deberán contribuir a los objetivos de mitigación y adaptación al cambio climático, así como a la descarbonización de la economía.

Tal vez, por fin, haya llegado la hora de hacer la apuesta definitiva para alcanzar nuestra autonomía energética

Los pioneros de la recuperación sostenible

Por lo tanto, pese a encontrarnos ante una tormenta perfecta, con altos precios de la energía y una situación de dependencia de los combustibles fósiles, con voces que abogan por retornar a la senda del carbón, es cierto que el precio de la energía de origen renovable en el mercado y los proyectos que se están anunciando para la utilización masiva del hidrógeno como vector energético nos hacen ser optimistas. Tal vez por fin haya llegado la hora de hacer la apuesta definitiva para alcanzar nuestra autonomía energética libre de emisiones de CO2.

En este sentido, el PRTR permite premiar a los pioneros que apuesten por la sostenibilidad, con subvenciones que van desde un 15% para el despliegue de instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo, hasta ayudas superiores al 60% para actuaciones de mayor complejidad técnica, como la sustitución de hidrógeno gris por su equivalente verde o soluciones de almacenamiento masivo de renovables.

En la mayoría de los casos se trata de proyectos de inversión donde se requiere una reducción efectiva de los gases de efecto invernadero respecto a la situación de partida o medidas de protección del medio ambiente.

A partir de esta definición, podemos encontrar numerosas convocatorias entre los diferentes Componentes del PRTR. Sin perjuicio de que existan otras, destacamos los siguientes.

Componente 1: impulso a la movilidad eléctrica, desde los consumidores individuales hasta las grandes empresas de flotas de vehículos.

Componente 7: inversiones para fomentar el autoconsumo eléctrico y térmico en la industria; despliegue de nuevas instalaciones que valoricen biogás procedente de residuos industriales o urbanos; proyectos de demostración de energías renovables innovadores o de renovables marinas.

Componente 8: digitalización de la red eléctrica, apoyo al almacenamiento energético tanto detrás como delante del contador.

Componente 9: desarrollo de tecnologías de generación de hidrógeno para autoconsumo y experiencias piloto de demostración en sectores estratégicos como el transporte o la industria.

Componente 12: inversiones que permitan fomentar la economía circular mediante la valorización de residuos o subproductos, experiencias piloto de demostración de descarbonización en la industria.

Propuestas solventes y con garantía de éxito

También, existen líneas exclusivas para entidades locales, de apoyo a la rehabilitación de edificios de propiedad pública y barrios con singularidades específicas a nivel energético, o a las inversiones para llevar a cabo las zonas de bajas emisiones. Sin olvidar las oportunidades que se abren con las denominadas comunidades energéticas, en las que se promueve el papel activo de los consumidores en la generación y el consumo de energía.

Los fondos del PRTR, en definitiva, van a ayudar a poner en marcha inversiones destinadas a cumplir con nuestros compromisos de descarbonización que, sin el apoyo financiero de la UE, hubieran tenido que ser realizadas por parte de las empresas o las administraciones íntegramente con recursos propios, restando capitales a otras actuaciones en el caso del sector público, o a la competitividad, en el privado.

Los fondos del PRTR van a ayudar a poner en marcha inversiones destinadas a cumplir los compromisos de descarbonización

Respuesta desde Navarra para favorecer la transición energética

En este mes de diciembre, el Gobierno de Navarra ha presentado el programa Energy berri, que pone a disposición de la ciudadanía y las empresas 92,4 millones de euros para que puedan realizar acciones encaminadas a la transición energética. Gracias a ellas, se podrán disminuir los costes energéticos y apostar por energías renovables. Un presupuesto inédito en la historia y que permea a todos las entidades de la sociedad. Este programa canaliza muchos de los fondos de IDAE para la descarbonización, pero también incluye recursos propios para mitigar el impacto del alza de los costes energéticos, o las líneas propias de desgravación fiscal por actuaciones en materia de energías renovables y movilidad eléctrica así como nuevas deducciones previstas para la sustitución de gas natural por hidrógeno renovable, tanto en la modalidad de consumo como de producción. Sin olvidar la necesaria sensibilización a los consumidores sobre un consumo más racional y consciente de la energía.

El Gobierno de Navarra acaba de presentar el programa Energy berri, que pone a disposición 92,4 millones de euros

La mayoría de estas convocatorias volverán a abrir a finales de año y en 2023. Para poder presentar un proyecto a tiempo y con garantías de éxito, se hace necesario comenzar a hacer un análisis detallado de la situación de partida y de las opciones de inversión cuanto antes, de manera que se pueda elaborar una propuesta solvente que permita ser financiada.

En Zabala Innovation tenemos una larga trayectoria presentando, aprobando y gestionando proyectos de sostenibilidad, antes del PRTR con las ayudas de IDAE a la eficiencia energética en la industria o las líneas Feder de implantación de renovables. Esta experiencia nos ha permitido afrontar con éxito propuestas en las convocatorias que ya se han publicado a lo largo de los últimos dos años y nos posiciona como líderes en un ámbito, el de la sostenibilidad, que ya es clave en la construcción de la sociedad en la que queremos vivir.

*La autora es responsable del equipo Energía, Tecnologías Químicas y de Fabricación en ZABALA INNOVATION