El expresidente del Gobierno español José María Aznar ha advertido este sábado de que "todas las leyes que hablan de españoles buenos y malos, que dividen y que hacen apelaciones a la Guerra Civil y a los enfrentamientos deben ser derogadas y van a ser derogadas".

"La gran mayoría de los españoles somos hijos de la Transición, no nietos de la Guerra Civil", ha subrayado Aznar durante su intervención en un acto del PP en Málaga, donde ha lamentado que "ahora se quiera revisar toda esa convivencia y hacer volver a historias del pasado".

Ha resaltado que el Estado español "no es una federación ni una confederación" y ha aplaudido la "primera decisión" de la nueva alcaldesa de Valencia, María José Catalá, que ha permitido "se pueda escribir" el nombre de la ciudad "en castellano", porque "la izquierda progresista había prohibido" utilizarlo.

"La soberanía nacional es como la libertad, no se puede dividir ni trocear, no se parcela, ni se vende ni se manosea, es una, única y reside en el pueblo español", ha asegurado Aznar, que ha advertido de que "si algunos quieren romper esa soberanía, se tendrán que atener a las consecuencias".

Ha avanzado que los delitos de referéndum ilegal y de sedición "serán restablecidos", y "si alguno da otra vez un golpe de Estado en España, se atendrá a las consecuencias".

Aznar ha subrayado que ahora, cuando "se habla de tantos regalos para los jóvenes, decenas de miles de millones", y "todo es gratis", lo mejor que se podría hacer por los jóvenes "es una política seria que reduzca la deuda y el endeudamiento en España".

"Van a dejar una deuda del 115 por ciento del PIB, que nunca ha tenido España, y eso lo tienen que pagar los jóvenes y lo van a pagar caro si no actuamos con contundencia".

Ha recordado que España llegó a tener "el 103 por ciento de la renta media europea, ahora tiene el 85 por ciento y alguien tendrá que decir por qué, más allá de las crisis de 2008 y de la pandemia".

Según Aznar, si la "coalición Frankenstein" sigue en el Gobierno, "el precio que tienen acordado es una consulta en Cataluña y una consulta en el País Vasco, y lo que hemos conocido como Transición y Constitución va a saltar por los aires".

El expresidente considera que España vive una "extravagancia", porque "no hay ningún gobierno en el mundo apoyado por los partidos que quieren destruir ese gobierno, el Estado y el país".

Ha acusado a Pedro Sánchez de organizar el 23J "un plebiscito para ver si los españoles dicen que se quede porque lo ha hecho muy bien, porque ha unido en vez de dividir, porque no ha confrontado" y porque no ha hecho concesiones "a terroristas y separatistas".

A su juicio, la "coalición Frankenstein", para mantenerse en el Gobierno, ha dado "un poder desmesurado a minorías radicales y extremistas que han intentado convertir caprichos de ingeniería social en leyes en contra de la mayoría social".

"Por primera vez se han aprobado leyes para sacar de la cárcel a los responsables de dar un golpe de Estado contra la Constitución", según Aznar, que ha resaltado que "la supresión del delito de sedición tiene nombres y apellidos".

Otro "precio" ha sido "blanquear a Bildu, que ha sido presentado como un partido democrático", pero está "formado por antiguos terroristas y su jefe fue el secuestrador de Gabriel Cisneros".

A Bildu se le ha "pagado" con "el acercamiento de presos al País Vasco" y con la negociación de la Ley de Vivienda que lanza el mensaje a los ciudadanos de que "no se les ocurra ser propietarios" porque es más fácil "ser okupas".

Para Aznar, Pedro Sánchez es "un presidente con un narcisismo lleno de incompetencia", y es necesario "sustituir ese narcisismo tan inútil por una competencia útil", que supone "sustituir a Sánchez por Feijóo".