*El autor es el director general de Comercio y Consumo del Gobierno de Navarra

Competitividad. Seguramente les suene la palabra de hecho, creo que va a convertirse en la palabra del año. Parece que todos nuestros problemas vienen de la falta de ella, y todas las soluciones a los mismos de encontrarla como un grial artúrico. Pero no solamente lo parece, es que es cierto. 

El informe Draghi alerta de como China y Estados Unidos llevan décadas adelantando a la Unión Europea, por este y oeste, en innovación tecnológica y, por ende, productiva. ¿La solución? Europa debe ponerse las pilas para alcanzar a nuestros competidores y superarlos. Esto es, ser más competitivos en relación a ellos. El informe Letta ofrece un análisis similar, Europa debe profundizar en la unidad de su mercado interior, para con ello mejorar su competitividad también. En la Unión parece que vamos acertando con los diagnósticos, ¿acertaremos con las soluciones? 

Una vez conocidos los diagnósticos toca bajarlos a tierra, aplicarlos a Navarra y analizar por sectores económicos las posibles mejoras a implementar. Toca descomponer los grandes problemas, que parecen tener una solución inalcanzable, en pequeños problemas de solución más asequible. Implementar mejoras, evaluar y corregir lo que no funcione. No hay otra solución posible. Los trucos de magia no existen. Las soluciones milagrosas, tampoco. Así, progresando con pasos seguros hacia el objetivo claro, nos adaptaremos a los nuevos problemas en un entorno cada vez más cambiante.

Pues bien, el sector que ocupa a quién suscribe estas líneas en el Gobierno Foral es el del Comercio interior. Un sector, como todos en esta época, en transformación. Un sector, como todos en esta época, con una feroz competencia exterior. Pero con unas fortalezas que le hacen tener unos sólidos cimientos para proyectarse. 

Y es aquí donde creo que en buena medida todos estamos fallando, en reconocer sus fortalezas. Me explico. Durante años todos los actores de este panorama, incluidos Gobiernos de todos los colores, nos hemos centrado en una única de estas fortalezas: Su fuerte conexión con la población. Han sido recurrentes las campañas que han apelado al sentimentalismo para proyectar el sector. Es normal por otra parte. Todos tenemos recuerdos enraizados en nuestras propias familias con tal o cual comercio. Aquí compraba mi abuelo, aquí venía yo con mis padres, aquí compraré también con mis hijos… Es una muy buena fortaleza a explotar. El problema es que durante muchas décadas hemos dejado que sea la única a visibilizar. Y en el mundo global, competitivo, en el que vivimos, no vale solo con apelar a los sentimientos. 

Lo bueno es que, también en opinión del suscribiente, el comercio de proximidad trae viento de cola. El comercio local tiene todos los componentes para ser un sector competitivo en el contexto global. 

En primer lugar, debemos reconocer a los comerciantes como lo que son realmente: empresarios. Y reconocerles, como empresarios que son, su capacidad de generar riqueza en la sociedad. Si generamos riqueza, repartiremos riqueza. No hay trucos. El comercio local crea empleo local, crea riqueza local, lo que hace que disfrutemos de servicios locales de calidad, y que Navarra siga progresando. Punto primero: Si compramos a quién tributa en Navarra todos ganamos. 

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En un mundo con acuciantes problemas climáticos, la sostenibilidad se ha convertido en un factor positivamente diferenciador. El comercio de proximidad trae de serie este factor. Pensemos. Cuando todas las grandes multinacionales, acertadamente, están reconvirtiendo sus negocios hacia proyectos más sostenibles medioambientalmente. ¿Quién mejor que el comercio de proximidad para explotar este factor competitivo? Punto segundo: No hay nada más sostenible que comprar en tu pueblo.

Mario Draghi lo cita en su informe, la competitividad no es un objetivo en sí misma. Tiene que ser la palanca que nos permita mantener el “modo de vida europeo” (the european way of life), donde el bienestar social y los derechos sociales son el pilar básico. Dentro de ese bienestar, en Navarra la cohesión territorial es un cimiento. Navarra alcanzará los 763.326 habitantes en 2035. La población menor de 3 años será el 3,7%, la mayor de 85 el 3,8%, la mayor de 65 el 23,4 %. Navarra es la segunda región europea con mayor esperanza de vida. Pero, ahora bien, en 2035 el 60% de la población vivirá en Pamplona. Pamplona también será donde se concentre la población más joven. Por el contrario, Tierra Estella y Pirineo tendrán la población más envejecida. Con estos datos se hace INDISPENSABLE (si, en mayúsculas) mantener el comercio local. Los navarros de mayor edad deben poder acceder a bienes y servicios con la misma facilidad que la población más joven. 

Si no mantenemos el comercio de proximidad, la concentración de población en Pamplona aumentará. Creando incluso situaciones de desabastecimiento en el medio rural. Punto tercero: El modo de vida europeo no se mantendrá sin comercio local. 

Cuando las grandes multinacionales se están esforzando por “personalizar” las ventas, mejorar la experiencia de compra, o aumentar los servicios post-venta; el comercio local lleva siglos de ventaja en estos aspectos. Tenemos los centros de decisión a minutos de nuestras casas, tenemos un servicio post-venta con garantías totales, y un asesoramiento personalizado que sería imposible de mantener empresarialmente en otro tipo de comercio. Pero es que, sobretodo, son negocios rentables. Tenemos negocios en nuestros pueblos y ciudades de los que han vivido generaciones de familias, y siguen siendo rentables. Es mucho más fácil emprender cogiendo un relevo con una cartera de clientes y unos proveedores fijos, que desde cero. Punto cuarto: Son negocios económicamente viables y rentables. 

Finalmente, y no por ello menos importante, desde comercio de Gobierno de Navarra ayudamos en todo este proceso. Tenemos convocatorias de subvención que financian reformas, adquisición de equipamiento, maquinaria, mobiliario, digitalización de procesos… Contamos con asesoramiento en todos los aspectos del relevo o emprendimiento, profesionales que acompañan en estas tareas y en todo el territorio. 

Como empezaba, el comercio de proximidad trae viento de cola. Es rentable económica, medioambiental, pero sobretodo socialmente. Si como dice Draghi queremos mantener el modo de vida europeo debemos apostar por el comercio de proximidad. Al inicio dejaba una pregunta sin responder: ¿acertaremos en las soluciones? Estoy seguro que sí. Apostando por el comercio navarro seguro que acertamos. Punto quinto: Fin de la cita.