La sonrisa de Dani Saldise (08/07/1995) se debe al dulce momento que vive Osasuna Magna, su Xota, al que ha vuelto después de tres temporadas lejos de su querida Irurtzun. El canterano, que reconoce sentirse plenamente feliz, quiere llevar a su club lo más lejos posible.  

¿Cómo se encuentra?

–La verdad es que me encuentro muy bien. Está siendo un inicio de temporada inesperado, por suerte, y personalmente me encuentro en un momento de forma muy bueno y disfrutando mucho del fútbol sala.

Habla de inicio inesperado, con el equipo clasificado en tercer lugar, y siendo el único conjunto de Primera que se encuentra invicto. ¿Qué le dice esto?

–Hay que ser honestos. No nos lo esperábamos, pero yo sí que confiaba en el equipo y por eso he venido aquí. Es verdad que no me esperaba que fuera tan buen comienzo a nivel de sensaciones y de puntos. Sabemos que haciendo las cosas bien podemos ganar a cualquiera, pero si no las hacemos, nos pueden ganar. Esa es una de las claves que nos pueden permitir seguir ganando partidos.

¿Soñaba con un regreso así?

–Sí. Es un sueño y me puse como un reto el hecho de que Dani volviera al Xota con 28 años, una edad madura, para poder darle todo lo que quiero. No quería que fuera en otra época ni en otras circunstancias. Veía desde fuera que el equipo era capaz de hacer grandes cosas, he venido a ayudar y espero seguir ayudando para que el equipo siga dando estas sensaciones y siga creciendo.

Parece que no hay nadie que pueda parar al equipo

–Las sensaciones son muy buenas. Estamos demostrando que no tenemos miedo de enfrentarnos a cualquiera y haciendo las cosas bien para que venga quien venga podamos seguir compitiendo.

“El momento más difícil en Inter fue cuando el entrenador me desconvocó para venir a Pamplona”

Su redebut fue inmejorable: gol, el equipo compite de tú a tú al Barcelona e incluso se llegó a poner 3-1, aunque cedió el empate. ¿Cómo lo vivió?

–Fue un partido muy, muy emocionante y se vio reflejado en que en las celebraciones se me estaba notando algo más exhaustivo de lo normal. Era la vuelta de Dani, jugar contra el Barcelona, con mi familia delante, y nos vimos capaces de poder ganarles. Fue una lástima que nos empataran, pero me enorgullece poder decir que nos dolió, porque eso significa que hicimos las cosas bien.

Esas sensaciones de las que habla las escribe en su última publicación de Instagram, en la que reconoce sentirse “feliz por sentirme importante en este inicio de liga”

–Al final tengo la confianza de Miguel (Hernández), de Palote, de todo el equipo, y eso es algo que me hacía falta, el volver a sentirme importante en todos los roles, tanto en ataque como en defensa. Vengo con un poco más de experiencia que antes y eso es lo que intento inculcar a los más jóvenes y hacerles ver que podemos, que hay cosas muy importantes que trabajar además del juego y que es lo que luego nos va a dar los puntos. Me siento feliz de poder ayudar al equipo, no con goles de momento porque sólo llevo uno (se ríe), pero sí desde otras facetas, en las que me estoy viendo muy maduro y que puede que no se vean tanto. 

Cualquiera que le escuche puede pensar que ha sido un acierto tomar la decisión de volver a casa. ¿Es así?

–Sí. Me siento plenamente feliz de estar aquí en casa, con mi Xota, y ver el pabellón el otro día cómo estaba… Todos están con ganas de más y eso nos da un plus. No me canso de decir que el Xota necesita a la afición. El otro día superamos los 2.000 y fuimos capaces de darle la vuelta al Campeón de Europa, algo que hacen muy pocos equipos. Fue gracias a la afición.

“Cuando venía un fin de semana me volvía feliz. Mi familia me conoce y me iban viendo”

Ese sentirse importante es uno de los motivos, pero ¿qué más le ha hecho regresar?

–Me encontraba con 28 años, después de ganar 3 títulos con Inter, marcar 31 goles… la siguiente temporada no fue tan bien y en Palma gané la Champions. A esa edad, era una decisión importante que tenía que tomar, y desde diciembre tenía claro que quería volver, a ver si se podía conseguir la fórmula para ello. Sí que tenía ofertas muy buenas en lo económico y en lo deportivo en España y en el extranjero, pero aposté, arriesgué por volver aquí y de momento no me estoy arrepintiendo, lo que me da tranquilidad de que el equipo quiere más, por lo que Dani Saldise quiere más. 

Parece que esta temporada se han juntado todos ingredientes que podía añorar: que el equipo tenga una ambición que usted también buscaba

–Se da la circunstancia de que Xota tiene este año muchos jugadores muy talentosos, pero con la cabeza en la tierra y sabiendo que es el comienzo de temporada, podemos luchar por cosas muy bonitas. Tenemos que ser conscientes también de dónde venimos y hacia dónde vamos. Estamos haciendo un fútbol sala con el que la gente puede disfrutar, porque la afición viene a ver fútbol sala y nosotros queremos devolverle eso.

Dani Saldise, jugador de Osasuna Magna, en la Plaza de los Fueros de Irurtzun. Oskar Montero

¿En qué momento su cabeza hace ese ‘clic’ para pensar en volver?

–El primer año de Inter todo va sobre ruedas. En ningún momento me he arrepentido de irme, eso que quede claro, porque era uno de mis sueños y retos, el hecho de jugar en un grande. He tenido la suerte de poder ganar cuatro títulos, incluyendo la Champions. Hay mucha gente que termina su carrera sin haber podido jugar ni siquiera un partido. El segundo año en Inter no van las cosas como uno quiere y ya empiezo a pensar en volver a casa. Hablé con el club, me dijeron que era complicado, por la situación del equipo, y tras hablar con varios equipos vi que la opción de Palma era muy buena porque iban a jugar la Champions. Se me cerró rápida la puerta a volver porque era una situación complicada para el club y ya en Palma, pese a que era un reto nuevo e iba a jugar la Champions, con el paso de los meses ya iba viendo la opción de venir. En diciembre lo tenía claro. Hablé de nuevo con el club y si no era posible ya me iba a buscar yo algún otro reto que me llamara la atención. Empezamos a darle forma y vimos que había una posibilidad, por lo que cuando tuve la oferta encima de la mesa ni me lo pensé. 

Dicen que Imanol Arregui fue clave en esas negociaciones 

–Cuando digo que hablo con el club, me refiero a que hablo con Imanol. Le propuse la idea de volver, me dijo que estaba encantado, pero no sabía que se iba. Al final de las negociaciones, cuando firmé, me dijeron que iba a dejarlo. No me lo esperaba, me chocó, porque una de las cosas por las que quería volver era por Imanol, por la confianza de poder volver a sentirme yo. Cuando me enteré que el relevo iba a ser Miguel me sentí aliviado, era darle continuidad al proyecto.

“Confío en luchar por entrar en copa y el ‘play off’ pero si no hacemos las cosas, no lo conseguiremos”

¿Qué ha aprendido fuera de casa?

–Al final he tenido mucha suerte en ganar esos títulos. Sólo me faltó la liga, que me queda pendiente (se ríe). Me he sentido importante en estos tres años, quitando la final de la Champions, que no la jugué, pero sí que participé en las rondas previas. Sólo se ve la final, pero hay mucho trabajo detrás. He aprendido mucho a valorar las cosas. Hablando de fútbol sala, he aprendido que no todo es de color rosa: las convocatorias, las desconvocatorias… al final en Xota no sufrí ninguna. Y ahora quédate en casa y ve el lunes a entrenar. Yo iba el primero y me volvía el último, quería poner todo de mi parte. Luego, fuera del terreno de juego, he aprendido a echar de menos. He echado de menos a mi familia, amigos, Irurtzun, el tomarme un café con un par de amigos… eso no hay dinero que lo pague. He vivido tres años fuera, he vivido cosas fabulosas, he conocido a gente maravillosa y me he dado cuenta de que he echado de menos.

¿Cómo reacciona su familia cuando les dice que vuelve?

–Ellos veían que cuando venía un fin de semana me volvía feliz. Me conocen, y me iban viendo. Les iba diciendo qué cosas tenía en mi cabeza, se les veía en la cara… pero me decían que disfrutara de lo que estaba haciendo, que estaba jugando Champions. Cuando les dije que tenía la propuesta se quedaron flipando. Mis amigos no se lo esperaban. Tengo un psicólogo deportivo, Kepa Díez, que se ha convertido en un hermano mayor para mí y hablo con él todos los días. Me ha ayudado a darle sentido a las cosas que yo tenía en mi cabeza, y cuando hablo de familia también le incluyo a él.

Ha reconocido que no fue fácil el segundo año en Inter. ¿Cómo lo trabajó?

–Ese año, pese a que empezó bien, van pasando circunstancias, el equipo cambia, hay desconvocatorias… Yo lo cuento ahora con total naturalidad, pero fue muy, muy difícil. Lo cuento abiertamente: el momento más difícil fue cuando el entrenador me desconvocó para venir aquí a Pamplona, que era el partido que yo tenía marcado en rojo. Era un partido en el que tenía la piel de gallina ya saliendo a calentar y sentí que me habían arrebatado el partido. Fue un golpe con el que toqué fondo, lo trabajé con Kepa y el lunes siguiente llegué el primero a entrenar y entrené como el que más. Eso me ha hecho madurar y crecer mucho como persona. En el deporte de élite recibes muchos golpes, pero nunca había sentido nada tan fuerte. Otro momento difícil fue mi primera desconvocatoria. Son cosas que te hacen madurar, te hacen crecer.

Otra de las cosas que han cambiado a su vuelta ha sido el inquilino en el banquillo. ¿Cómo asimiló la marcha de Imanol?

–Fue muy raro. Yo volvía a Xota por Imanol. Luego, pensando en que se quedaba Imanol, hablé con la directiva por ver si seguía Miguel. Entonces, cuando se va Imanol, volví a preguntar si Miguel se quedaba, pero no sabía lo iba a hacer de primer entrenador. Fue un alivio que se quedase, porque también ha sido una figura muy importante por todas las funciones que ha hecho en el club. Era la mano derecha de Imanol, y lo he vivido desde los 16 años. En los momentos difíciles te ayudaba, te tranquilizaba cuando llevabas varios partidos buenos.

¿Qué ha supuesto la figura de Imanol en el club?

–No podría describirlo en un párrafo. Fue una de las personas más importantes que he tenido, se fijó en mí, apostó por mí cuando con 16 años entrenaba en juveniles o el filial y me decía que iba a acabar entrenando con el primer equipo. Y así fue. Se centró en mí. En la base he sido un jugador que siempre ha destacado, pero cuando subes al primer equipo ves que es otro mundo. Imanol siempre me ha ayudado mucho porque me ha dado siempre mucha confianza y eternamente le tengo que agradecer todo.

¿Qué diferencias hay entre Imanol y Miguel?

–A nivel de juego muy poco porque es una línea continuista. Como personas, pese a que cada uno es diferente, los veo muy parecidos. Los dos sienten mucho Xota, dentro de que hay que salir y comerte el mundo. Voy a poner un ejemplo. Yo ahora soy de los nuevos, por llegar al equipo este verano, pero ese gen Xota ya lo tenía conmigo, nadie me lo va a quitar nunca. Los jóvenes que han llegado ahora les ves también que tienen ese gen de atacar, de defender, de tirarse al suelo... y ese ‘veneno verde’ que decía Imanol, entre Miguel y Palote, entrenador y capitán, te lo están inculcando. 

“Yo ahora soy de los ‘nuevos’, pero ese gen Xota ya lo tenía conmigo, nadie me lo va a quitar nunca”

¿Qué proyecto se ha encontrado?

–Un proyecto que te motiva, que te ilusiona. La verdad que está muy bien guiado porque yo estoy viendo un equipo en el que yo, con 28 años, soy de los veteranos, junto a Asier, Jonathan o Palote. Estamos ganando partidos y compitiendo, por lo que es un proyecto que, si lo seguimos manteniendo, que yo confío en que sí, porque sé lo que hay dentro y lo que hay fuera, este club es maravilloso, esta ciudad es maravillosa y confío en que el proyecto vaya a más porque hay mucha gente joven que quiere aprender, a los jugadores les gusta Pamplona. Es un proyecto a medio y largo plazo en el que podemos conseguir grandes cosas. Tenemos un grupo de chavales muy jóvenes, llevo aquí dos meses y de compañeros se han convertido en amigos y hacemos planes juntos. Obviamente van a haber momentos malos, y ahí las figuras de Miguel, de Palote... van a ser muy importante y veo que esa piña va a ser clave para crecer. 

Sabe qué hay dentro. ¿Qué significa que gente como Asier decida continuar y que usted haya vuelto?

–Ahora que hablas de Asier, en los partidos se habla de los que marcan goles, y me gustaría destacar la imagen de Asier porque ahora mismo está a un nivel que no le he visto nunca.Ha estado años a un nivel en el que paraba todo y nos salvaba partidos. Ahora está en un nivel de veteranía, de saber estar en el campo, y con 30 años, verle en un momento espectacular, y que decida quedarse, me motiva para volver porque somos dos jugadores que somos de la misma cuadrilla y vivimos momentos juntos.

En su presentación habló de entrar en copa y play off...

–Sí. Yo venía aquí en mi mejor momento y quería venir a un proyecto ambicioso. Veo que hay un equipo joven de mucho talento y sigo confiando en poder luchar por entrar copa y play off. Quiero mantener la tranquilidad y avisar de que si no hacemos las cosas bien, no lo vamos a conseguir. Soy consciente de que estamos en un momento muy bueno, pero tenemos que poner la vista en el derbi y no perder el rumbo.

Vivirá un derbi tres años después

–No es lo mismo hacerlo con Inter o Palma. Pisar esa pista para mí es especial, me motiva un montón, pero vestido de Xota mucho más. Son partidos especiales, de mucha tensión.

¿Qué le pide a lo que resta de temporada?

–Que Dani Saldise siga creciendo, que intentaré ayudar al equipo en todo lo que pueda. Seguir haciendo este fútbol sala que hace feliz a esta gente y que se ve que están disfrutando. La gente de otros equipos me escribe diciendo que les damos envidia por cómo jugamos y el grupo que tenemos. Al equipo le pido que sigamos en este rumbo y que la gente venga al pabellón sabiendo que este Xota quiere más y no tengo vértigo en decirlo. Estamos en un momento dulce y tenemos que alargarlo. La gente quiere ver al Xota de antes y ahora se les ve ilusionados. Ver a la gente así me motiva mucho.