barcelona. El clásico del fútbol español aterriza en el Camp Nou en su vertiente copera, para premiar a Barcelona o Real Madrid con la presencia en la final, tras resolver el 1-1 de la ida en el Bernabéu.
La igualdad marca un nuevo partido pero la presión es para el Real Madrid, obligado a reivindicarse en una semana en la que necesita salir a flote en Barcelona y en Manchester. En el Barça hay preocupación por los problemas en defensa tras once partidos consecutivos sin dejar la portería a cero. La principal duda estriba en si el Barça redibuja su esquema de ataque y decide prescindir de Fàbregas.
De ese modo, Iniesta volvería a la medular; Pedro entraría por la banda, Messi actuaría de media punta y Villa arriba. El Real Madrid, aferrado a Cristiano Ronaldo, que ha marcado en los cinco últimos clásicos en el Camp Nou, y con la sorprendente irrupción de un Kaká en gran momento físico, llega con todo salvo la presencia de su capitán Iker Casillas, única ausencia por lesión. Regresa Sergio Ramos y Mourinho medita si como central o lateral derecho.
Con la primera opción Varane, autor del gol de la ida, sería suplente. Con la segunda, el sacrificado estaría entre Fabio Coentrao y Álvaro Arbeloa. Xabi Alonso aparca su pubalgia para tomar el mando del equipo en este trascendental duelo. Junto a Sami Khedira, intentará dinamitar la zona de creación azulgrana y enlazar con Mesut Özil. Cristiano Ronaldo partirá desde la izquierda y Kaká parece ganar opciones a Di María, como Higuaín a Benzema tras su gol de Coruña.