hace una semana Julen Alústiza tenía su vida asentada entre Cáseda, donde viven sus padres, y Pamplona, donde comparte piso con su hermana. Había empezado la temporada con el San Juan -de hecho jugó el sábado pasado- y el lunes debía empezar un Grado Superior de Soldadura. Una llamada desde Santiago de Compostela trastocó sus planes. El entrenador del Compostela le llamó el pasado jueves con una oferta que debía contestar en menos de 24 horas. Decir que sí el viernes, jugar su último partido con el San Juan el sábado y viajar a Santiago el domingo fueron los siguientes pasos. El lunes entrenó con sus nuevos compañeros y el miércoles ya debutó con el Compostela ante 10.000 personas en el homenaje a las víctimas del accidente ferroviario. Jugó los 90 minutos.

El partido fue seguido en Cáseda a través de Internet en el domicilio familiar, donde acudió buena parte de su cuadrilla para verlo. Acabó reventado. Pero ayer estaba feliz. "Todo esto es nuevo para mí. Vengo de un equipo aficionado, como el San Juan, y aquí el fútbol se vive a otro nivel. No tiene nada que ver. Los compañeros me han acogido muy bien y el entrenador me comentó que me lo tomara con calma, que tenía que ir conociendo al equipo. La pena es que en el debut, ante el Celta, un equipo de Primera, lógicamente apenas tuvimos la pelota. Jugué los 90 minutos y acabé muy cansado. Pero estoy contento y con ganas de seguir trabajando. No descarto entrar en la lista del partido de Liga, aunque mi pretemporada no ha sido como la de ellos", comentaba ayer.

En principio, tendrá que adaptarse a un bloque ya hecho de la pasada temporada, en la que logró el ascenso. De hecho, Julen Alústiza conocía el interés del equipo gallego desde que jugaron en San Juan, cuando el propio entrenador del Compostela se acercó a él para pedirle su teléfono después del partido. "Tal vez las formas no fueron las habituales, pero me dijo si me gustaría ir a jugar al Compos y yo le dije que por supuesto, que todo era hablarlo. Pero ya no tuve más noticia del equipo hasta el jueves pasado (29 de agosto). Así que me olvidé del tema. Empecé la pretemporada con el San Juan y el jueves, al recibir la llamada, comprobé que no se habían olvidado de mí".

Lo primero fue decírselo a su familia y a su entrenador, Alfredo Ibero. "Él ya sabía por dónde iba el tema y lo primero que hice fue pedirle consejo, porque él me ha enseñado mucho en estos años. Me imagino que por una parte no le hizo gracia, con la temporada ya empezada, y por otra supongo que le alegra que uno de sus jugadores fiche por un equipo de superior categoría".

De momento sigue viviendo en un hotel, pero en unos días pasará a compartir uno de los pisos que el club tiene en una urbanización con uno de los compañeros del equipo. Esta temporada no será posible verle jugar en Navarra, ya que el Compostela está en el Grupo 1 de Segunda B, con los equipos riojanos, mientras que los navarros están con los madrileños.