Navarra Fútbol Indoor es mucho más que un campo de fútbol cubierto donde poder jugar algún partido entre amigos. Se trata del lugar donde se aplica el ‘Elite Skills Method’, una forma de trabajo que profundiza en los cuatro pilares del futbolista: la habilididad técnica, el nivel físico o fisiológico, el estado mental o psicológico y la capacidad táctica. Esta metodología, que ha llegado a clubes como Racing de Santander, Celta de Vigo, Sporting de Gijón, Real Betis o Athletic Club, sigue creciendo en el trabajo de formación del fútbol base.

Pablo Domingo, trabajador y socio del proyecto, afirma que “el trabajo que ofrecemos va dirigido a este público”, y “no tanto a profesionales que ya trabajan con la metodología del primer equipo”. Pablo, que ya ha trabajado en Tajonar, ha destacado la importancia de ofrecer una metodología que realice un abordaje completo del fútbol. A los cuatro pilares mencionados, hay que añadir las relaciones que se crean entre ellos en forma de red: el “trabajo en la toma de decisiones y en la correcta ejecución de la misma”.

Iñigo Santos, trabajador del proyecto, destaca que una de las virtudes de la metodología es “su apertura, cuando normalmente suelen ser cerradas, y gracias a esto cada uno viene en busca de una parte de lo que ofrecemos”. Además, otro de los puntos que destaca es que “en otros sitios te ofrecen el concepto básico, pero luego a partir de ahí es donde hay que trabajar dependiendo de cada uno”. Es precisamente en esa profundidad donde destaca ESM, en la comprensión de las fases del juego, en la racionalidad de la toma de decisiones y en entender su porqué.

Todos esos aspectos giran en torno a la neurociencia, y es que la metodología “está diseñada para el momento en el que hay que pensar cómo resolver una situación específica”, afirma Íñigo. Además, así refleja la idea principal que ofrecen: “es una forma de pasar del entrenamiento muscular de toda la vida a entrenar el cerebro”. Para ello, en Navarra Futbol Indoor hacen uso de estímulos como luces para mejorar la reacción, o juegos de colores para la focalización. Pablo Domingo reclama que “en el fútbol se toman decisiones constantemente, y aquí trabajamos esa faceta cerebral que hasta ahora no se había trabajado”.

Uno de los próximos proyectos organizados por Elite Skills Method es el campus de alto rendimiento, tanto para jugadores de campo como para porteros. Es ahí donde se pondrá en práctica la metodología desarrollada por la marca, y donde se tratará de “enseñar a jugar, hacer todo ese proceso que se hace en los cursos de entrenadores”, como afirma Iñigo. Es todo parte de una formación cognitiva, donde el jugador debe estudiar y saber cómo actuar en cada momento.

Como ya se ha visto, el nivel físico y técnico no lo es todo en el fútbol. Pero tampoco las habilidades cerebrales servirán de forma completa para que el futbolista alcance un rendimiento óptimo. Pablo e Íñigo, en representación del ESM, no quieren olvidarse del aspecto emocional. “Una de las cosas que más he notado con los chicos que vienen es en el incremento de su confianza”, afirma Íñigo. Al final, el trabajo de comprensión y una formación específica adaptada a cada uno crea un ambiente seguro para el jugador.

Por otra parte, los trabajos sensoriales o cognitivos fomentan aspectos tan importantes como la memoria o la concentración, y como afirma Pablo Domingo, “son cosas que sirven para el fútbol pero también para la vida en general”. Además, Iñigo añade que son procesos formativos diferentes con los que los chicos se lo pasan bien. “Están realizando el ejercicio motivados, y es que mezclamos aspectos técnicos del deporte con problemas de memoria utilizando juegos de cartas”, dice.

El ideólogo de este proyecto es Juan Rojo, quien ha creado un engranaje que intenta exprimir las facetas del futbolista lo máximo posible. Esta novedosa idea es un paso más en la evolución informática y científica que está viviendo el fútbol. Por ahora, la colaboración con clubes de primer nivel es una evidencia, y han conseguido abrir una delegación en Almería. Ahora bien, desde ESM confían en que esto va a ir a más. “La gente todavía no lo conoce”, afirma Íñigo, y Pablo añade que “la idea es ir creciendo como una franquicia”. Desde luego, es una nueva manera de formar jugadores que promete dar que hablar en los próximos años.