Mikel Merino tiene 26 años y parece que lleva toda la vida en la elite y toda una carrera en la Real Sociedad, donde cumple su quinta campaña. Es feliz y no se plantea salir a otro equipo.

¿Cómo está?

Bien.

Ya no es el Merino irrompible que jugaba con 25 lesiones…

Bueno, eran lesiones de aguantar y en esas no tengo problemas para hacerlo. El problema es cuando tú quieres y no puedes. 

Pero acorta los plazos hasta en las lesiones musculares.

Sí, estoy teniendo suerte en este sentido. A veces es por la calidad muscular que uno tiene, a veces es por las ganas que uno le pone por volver, por cuidarte y por hacer las cosas que tienes que hacer, y a veces es por la lesión en sí, que vuelves antes y consigues acortar plazos. En ese aspecto he tenido suerte y estoy contento por eso.

El año pasado parecía que le estaban haciendo vudú hasta que llegó el golpe en la cabeza de Bilbao.

Fue un momento de decir igual es el instante de parar y tranquilizarse un poco, de ver en perspectiva lo que estaba haciendo, porque algo no estaba haciendo bien si siempre me pasaban cosas a mí. Y cosas fuertes además. No quería seguir así. Mi intención era jugar liberado, sin problemas, molestias ni dolores porque al final es cuando disfrutas y donde se ve tu mejor versión. El año pasado parecía míster Potato, que se me caían todas las partes del cuerpo. Pero ya estoy bien.

“El año pasado parecía el míster Potato, se me caían todas las partes del cuerpo, hasta que decidí parar tras el golpe en la cabeza de Bilbao”

En San Mamés se pegó un susto importante.

Sí, porque encima pasé la noche en el hospital. Tuvieron que hacerme pruebas por el golpe en la cabeza y llegué a casa a las tantas. Me pegué un susto y acabó siendo un punto de inflexión para intentar hacer las cosas de otra manera.

¿Cuál es el partido que más le ha dolido perderse por las lesiones?

El del Leipzig en Anoeta y, sobre todo, el del Barcelona de Copa de esta temporada, porque yo creía que teníamos equipo para hacer una gran campaña y dar un paso adelante en esta competición ganando en el Camp Nou.

Quinta temporada en la Real, ¿se reconoce como el hombre clave?

No sé si el hombre clave, pero sí un jugador importante, que lleva aquí años, que sabe la dinámica que lleva el club, la historia que hemos hecho en estos últimos años y eso al final se nota. Lo que quiere el míster también.

¿De verdad esperaba pasar tanto tiempo cuando firmó? 

No venía con ninguna intención en especial. Cuando vine sabía que llegaba a un lugar en el que iba a estar muy a gusto. Obviamente, el fútbol es como es, da muchas vueltas e igual en un futuro iba a estar en otro lado, pero no venía con especial mentalidad de que iba a pasar uno o dos años y me iba a marchar. Yo simplemente dejo que el fútbol fluya y la verdad es que estoy muy, muy contento de por dónde va mi carrera. Sigo creciendo, sigo mejorando y me sigo encontrando muy a gusto.

¿Continúa sin plantearse el irse?

A día de hoy, estoy contento y no hay ninguna otra meta en mi mente.

¿Qué hubo de verdad en el interés del Aston Villa en enero?

No sé que hay de verdad o no. Esas cosas no las suelo gestionar ni les presto mucha atención. Es más la prensa la que le da más bombo de lo que hay de realidad. No le di muchas vueltas.

En el club aseguran que después de la renovación de Oyarzabal es clave cerrar la suya como pieza estratégica. Tiene contrato hasta 2025, ¿por qué esa prisa?

No lo sé. Estoy muy tranquilo en ese aspecto porque sé que tengo contrato aquí y estoy contento. Si no lo estuviera o viera que el proyecto no es competitivo o que no me siento a gusto en el entorno, pues sí que igual me estaría planteando cosas, pero desde luego estoy contento, tranquilo y no pienso en otra cosa que no sea hacer el día a día aquí con mis compañeros. Mucha tranquilidad en ese sentido.

Desde su agencia reconocen que la Real quiere renovar y usted quiere quedarse. Más claro…

Bueno, las renovaciones y las negociaciones ya sabemos cómo son. Es un tema muy personal en el que tampoco hay ninguna prisa. Las relaciones siempre han sido muy buenas entre todas las partes o sea que reitero que estoy muy tranquilo. 

El club no le da importancia a subir las cláusulas. ¿La explicación es el grado de confianza para ir de la mano si llegan equipos que quieren pagarlas?

No sé, la verdad, a qué se debe el tema de las cláusulas. Estas sirven de guía o de referencia. El club sabe cómo funcionan este tipo de cosas, sabe que maneja cláusulas altas que no es fácil que se paguen porque su montante es muy alto y al mismo tiempo todo es coordinado; club y jugadores están en continuo contacto y sabemos cómo funcionan este tipo de cosas en estos temas.

Imagino que en su entorno tendrá al ángel diciéndole que como en la Real en ningún lado y al demonio convenciéndole de que puede jugar en un club ‘más grande’.

No, en mi entorno la verdad es que tengo mucha suerte porque es muy tranquilo, que conoce muy bien y es parecido a cómo soy de calmado. No mira más allá, en ningún momento nadie me ha dicho que la Real se me está quedando pequeña, ni mucho menos. Estoy satisfecho porque sigo donde me siento contento y cómodo. Creo que estamos haciendo una temporada muy buena y no pienso más allá.

Ha conocido la Bundesliga y la Premier, eso le dejó una espina clavada o le quitó parte de la curiosidad por probar suerte allí.

El hecho de no haber conseguido dar mi mejor versión en esos sitios también te hace pensar en que ahora soy mucho más jugador de lo que era antes. Tampoco le doy mil vueltas porque era otra época y era otro futbolista, más joven y con otras características. Pero por un lado piensas eso, que en la Premier, la Bundesliga o cualquier otra competición de ese nivel, ¿qué tipo de jugador sería yo? Pero son solo cábalas que te haces que no van más allá de estar muy lejos de mi realidad, que es la Liga, donde estoy muy contento.

Tiene 26 años y parece que lleva toda la vida en la elite.

Sí, pero el tiempo pasa, me hago mayor, se me acaba la carrera… Es una edad en la que yo me siento muy bien, mentalmente fuerte, y lo más importante es que todavía siento que tengo un amplio margen de mejora y puedo ir a más.

¿Sigue enamorado del fútbol?

Sí, sí, sí… Es un enamoramiento que, como todos, tiene sus más y sus menos y sus épocas mejores y peores. Hay momentos en los que me apetece más ver fútbol y otros en los que prefieres seguir una serie y desconectar un poco. Pero, sin duda alguna, soy futbolista de cuna, un apasionado de lo que hago, no sé lo que haría sin un balón entre los pies y, desde luego, estoy enamorado.

¿Dónde focaliza la mejora?

Es que es todo, una mejora general. Con la experiencia y los partidos vas aprendiendo cosas que te va dando el propio juego. Luego en los entrenamientos tú mismo vas haciendo hincapié en el golpe de empeine, en los tiros a puerta, en hacer goles, en la llegada, en el aspecto táctico... 

Como jugador ya ha superado a su padre, pero él marcaba más.

De lo primero tampoco estarán muy de acuerdo en su casa (risas)… Este año estoy dando más asistencias, que era algo en lo que quería mejorar. Mejorar todo de golpe es difícil. En goles, en asistencias, en llegar, en defensa, es complicado en un año, pero tiene que ser el objetivo. Esperemos que empiecen a llegar los goles también porque me hacen ilusión.

Es el mejor pasador del campeonato, con siete asistencias.

Creo que es una consecuencia de mi juego. Otros años también he estado dando buenos pases. El dato expresa el tipo de jugador que soy, que me gusta mirar hacia adelante, dar pases que pueden convertirse en gol y creo que se me da bien. La diferencia con otros años, aparte de que yo lo estoy haciendo mejor, es que los delanteros las están metiendo. No es que yo haya progresado mucho, sino que están entrando. 

“Voy a ser un txuri-urdin más para siempre por todos los años que he pasado aquí y las sensaciones tan fuertes que he vivido”

Su puesto actual es volante defensivo. ¿Es su ubicación ideal?

Sí, yo creo que sí. Es una demarcación que me viene muy bien, en la que juego con libertad para llegar, porque tengo un mediocentro atrás que me cubre. El matiz de un doble pivote en el que jugaba siempre en la selección y me encontraba muy cómodo es que juego un poco escorado a la banda. Pero este puesto hace que pueda explotar más mis cualidades físicas. 

Si cumple su contrato, casi superará el tiempo que pasó en Osasuna. ¡Será un txuri-urdin para siempre!

Sí, voy a ser un txuri-urdin más para toda la vida por todos los años que he pasado ya aquí, por todas las sensaciones muy fuertes que he vivido y porque me he encontrado muy a gusto. He nacido, he mamado y me he criado en el osasunismo y seré siempre rojillo, pero txuri-urdin también.

¿Le emociona comprobar lo mucho que le quiere la afición y ver a tantos niños con su camiseta?

Sí, es muy bonito y me emociona mucho. El ver que la gente me guarda cariño, que reconoce lo que me involucro con el club, el equipo y con mis compañeros, que es lo que me gusta hacer cuando me pongo una camiseta y juego a fútbol. Le dedico el 100% y luego el saber que la gente valora el esfuerzo que pongo y que me lo reconozcan por la calle en el día a día, que me quieren y que me respetan. Es una sensación única que me llena. Me hace sentirme realizado y les estoy muy agradecido porque ese cariño se transforma en buen fútbol.

Les debe un título con afición. O una celebración al menos.

Un festejo igual. El título ya se lo dimos, pero la celebración no la pudieron hacer de la mejor manera. Es la mentalidad que tenemos, la de intentar ganar cosas e ir a más. Por eso te digo que me dolió tanto el no estar contra el Barça porque pensaba que era una Copa a la que se podía echar mano. Habrá más oportunidades.

¿Cuántas veces le han dado las gracias por ‘El Pase’ de la final?

No muchas. Es algo que se queda más en mi entorno...

¡Si se lo agradecemos todos!

Por la calle no me lo ha recordado mucha gente, aunque sí que me han dado mucho las gracias por ganar esa Copa. Es algo que me llena de ilusión ver que los demás están muy contentos por nuestras victorias.

¿Vive bien cerca del mar?

Sí, un poco más lejos ahora. Pero sigo cerca del entorno central de la ciudad. Me gusta andar y estar en contacto con la gente. Estar cerca de las playas para andar con el perro. Algunas veces quedamos con Remiro o con más compañeros.

¿Qué objetivo personal se marca Merino para esta temporada?

Seguir creciendo, aumentar las cifras en asistencias y en goles. Pero sobre todo no sufrir lesiones y que se vea un Merino poderoso que domine el centro del campo sin estar físicamente dañado.