El pasado domingo se celebró en Valencia, como todo el mundo sabe, el partido Valencia F.C-Real Madrid en el estadio de Mestalla. Terminando 1-0, con la expulsión de Vinicius Jr. y una actitud vergonzosa por parte de aficionados del Valencia. A grito de mono y tonto se dirigian a un Vinicius que no aguantaba más la situación. Brotaban lágrimas de frustración por su rostro. Es normal, a nadie nos gusta que nos insulten y mucho menos a coro. Porque ya son repetidas estas situaciones en diferentes estadios del país.

Reconozco que este jugador no es santo de mi devoción. No lo es por simples razones, su actitud muchas veces frente a otros jugadores y árbitros. Pero aunque en algunos momentos peque de prepotencia y algo de soberbia, esto no justifica los ataques racistas recibidos. Porque antes de que alguien se me lance al cuello, aviso de una cosa. Su color de piel, procedencia o situación económica me son indiferentes por no estar de acuerdo con sus comportamientos. No es personal. Muchas veces se ha merecido la expulsión, se le ha protegido y no se le ha sacado ni una tarjeta cuando las buscaba a pulso. El pasado domingo entre abucheos y burlas terminó explotando. Es humano. Fue expulsado por una reacción humana, la de defenderse. Esta vez no se lo merecía. Porque todos somos muy valientes desde la barrera. Hay momentos en que la paciencia llega a un límite y se cruza una línea invisible que duele mucho.

Mi pregunta es, ¿por qué le llamáis mono? ¿Acaso no provenimos todos de los simios? Ahora va a resultar que alguno de los que se dedica a insultar a coro entre sus amiguitos resulta que proviene de los delfines. Peor aún, igual se cree que ha sido creado por obra y arte del Espíritu Santo. En definitiva, ¿qué es lo que tanto os molesta? ¿Qué sea negro? ¿Qué juega en un equipo profesional? ¿Su dinero? Puede que sea un cúmulo de todas esas cosas y que la envidia es muy mala. Pero utilizar algo como “mono” para referirse a él es demostrar poca inteligencia. Pertenecemos a la especie humana, homo sapiens. Pero lo de sapiens creo que a alguno se le olvida. Más bien alguno de esos simios que estaban en el campo de Mestalla poco han evolucionado. Es triste que en pleno 2023 algunas personas, por llamarlas de alguna forma, permanezcan todavía en la caverna de la ignorancia que un día relató Platón.

Hemos visto casos de este tipo a lo largo de la historia del fútbol a montones. Incluso a Beckham en el estado del Sadar le tiraron una aceitera. A Marcelo, Ronaldo, Dani Alves, entre otros les han abucheado y gritado comentarios de este estilo. Repugnante. No evolucionamos, seguimos en la caverna. Al ver los vídeos difundidos de los aficionados gritando “tonto” y “mono”, me recordó al circo romano. Gente gritando a los gladiadores, sin importarles sus emociones ni sentimientos. Solo carne en la arena que se enfrentaba a las fieras. En eso se están convirtiéndo eventos como La Liga. En puro pan y circo