Los ecos procedentes de la Premier League acaban de colocar el nombre de Nico Williams en los titulares con letras bien gordas. El tema promete dar juego a partir de que Unai Emery parece tener una fijación con el extremo rojiblanco. La de ahora sería la segunda maniobra de aproximación de un Aston Villa consciente del precio de mercado del chaval y también de que su contrato caducará justo dentro de un año. El futuro del joven Williams dependerá de sus inquietudes y de lo que el Athletic puje por conservarlo.

La operación asoma delicada, pero no es la única en un panorama marcado por el alto número de compañeros que afrontan la recta final de su vinculación al Athletic. El denominador común de la mayoría es la edad, pues seis han superado la frontera de los treinta años, aunque no en todos los casos se trata de gente próxima a la retirada, como De Marcos (34), Dani García (33), Herrera (33) o Yuri Berchiche (33). Vesga y Muniain cumplirán 31 durante la próxima campaña.

Los dos últimos representan situaciones dispares. No tanto por las trayectorias descritas desde que pertenecen al equipo, donde no existe punto de comparación, sino por sus vivencias más recientes. El ejercicio 2022-23 ha permitido a Vesga adquirir un enorme peso específico en el dibujo y en el juego. Tras varios cursos donde le costó asentarse entre los titulares, aunque acababa gozando de una presencia estimable, Ernesto Valverde le ha otorgado la vitola de insustituible. Un cambio de rol al que el mediocampista ha correspondido erigiéndose en una de las piezas más fiables del plantel.

Tercero en el ranking de participación, intervino en 43 de los 45 partidos oficiales, en 35 de inicio, y anotó cuatro goles. Cifras que certifican su progresión y que, en principio, deben favorecer un acuerdo de futuro para alguien que además percibe una ficha discreta. Seguro que en el vestuario no menos de una decena de jugadores cobran más que él. 

Si como parece y la directiva no ha tenido empacho en subrayar desde su llegada a Ibaigane, Valverde ostenta una importante cuota de poder en el club, la ampliación del contrato de Vesga será un trámite asequible. No en vano, es uno de los favoritos del míster y no se vislumbran motivos para que dicha consideración cambie.

Aplicando idénticos criterios, el horizonte de Muniain se torna incierto. Nunca en su larguísimo itinerario, el capitán había competido tan poco. Exceptuadas las campañas en que sufrió graves lesiones de rodilla (2015-16 y 2017-18), que le mantuvieron en el dique seco muchos meses, siempre había desempeñado un protagonismo estelar. El propio Valverde, en su segunda etapa en el Athletic, y sus sucesores (Berizzo, Garitano y Marcelino) contaron con Muniain un domingo sí y al siguiente también.

Frenazo

Esta inercia alcanzó su cénit con Marcelino, que le distinguió como su futbolista más preciado. Por vez primera en la 2021-22 se alzó con el récord de minutos (3.359) del grupo, cuando solía oscilar entre los puestos sexto y noveno, más acordes a un centrocampista de corte ofensivo.

Con el regreso de Valverde, la tendencia descrita dio un viraje brusco, reflejado en una bajada de 1.300 minutos respecto al año previo que justo le ha valido para colarse en la alineación tipo. Empezó siendo un fijo, pero el paso de los meses le fue relegando, incluso hubo jornadas que consumió sin salir del banquillo y en trece oportunidades saltó al campo en la segunda mitad.

Entre las causas que explicarían este retroceso destacarían dos relacionadas con la competencia: el definitivo despegue de Sancet, quien ocupa la demarcación favorita de Muniain como enlace con la delantera por la franja central del terreno; así como el empleo de una formación más sólida en la zona ancha, dando entrada a Dani García, Herrera o Zarraga al lado de Vesga.

No obstante, el argumento que ha prevalecido estaría conectado con el rendimiento. Se diría que a Muniain le ha abandonado la inspiración. Ha sido incapaz de marcar diferencias como se espera de un futbolista creativo con incidencia en el último tercio del campo. De hecho, aparte de su pobre aportación al gol, como autor (dos en Copa y ninguno en liga) o facilitador, tampoco ha estado fino en la estrategia, una que ha acaparado en incontables partidos. Y no resulta sencillo encontrar actuaciones relevantes suyas, pese a que ha tomado parte en 36 ocasiones.

En todo ello han tenido que ver sus prestaciones físicas. Asimismo, es probable que a Muniain le haya afectado el hecho de que el entrenador no haya sido demasiado condescendiente con él, lo cual se ha traducido en una merma en la jerarquía que estaba acostumbrado a lucir. Sea como fuere, la realidad es que ha dejado de ser ese referente al que nadie discute su lugar entre los elegidos. Mantiene el estatus de figura entre amplios sectores de la afición y la prensa, pero a esa sólida peana le ha salido una grieta y quien la ha abierto es el técnico con sus decisiones.

Política de ahorro

Una dinámica inédita en la carrera del navarro que tiene lugar en un contexto singular. El empeño de la directiva en corregir a la baja los baremos salariales ya ha empezado a cobrarse víctimas (Iñigo Martínez, de los que más ganaban, o Zarraga, el que menos) serían los exponentes más evidentes. A ambos se les ha abierto la puerta. A expensas de conocer qué cantidades ingresa Herrera, que en el PSG recibía ocho millones netos, el capitán es uno de los dos jugadores con la ficha más jugosa. El otro es Iñaki Williams.

La previsión apunta a que el Athletic querrá aplicar una rebaja sustancial en la ficha de Muniain, especialmente de confirmarse en la campaña venidera su condición de intocable. Si a partir del verano, en el ámbito deportivo todo discurre por similares derroteros en términos de presencia y aportación, su actual caché se antoja inasumible.

Quedaría por saber en qué porcentaje de rebaja está pensando la dirección para diseñar la oferta. Así como a qué está dispuesto a renunciar Muniain por alargar su estancia en el club. Sobre el papel, el club tiene aquí una patata caliente. Una gestión que pondrá a prueba a las dos partes en la mesa negociadora. Converger las posturas puede no ser sencillo.

LA CIFRA: 2.058

Son los minutos que ha disputado Iker Muniain en la temporada recién finalizada. El navarro arrancó el curso como titular y fue perdiendo presencia en el once con el paso de las jornadas. En total ha participado en 30 partidos de liga y 4 de Copa, competición en la que ha marcado sus dos únicos goles.