Alrededor de 200 aficionados navarros se acercaron a Tardienta para animar al Zirauki en una eliminatoria histórica de Copa del Rey, la que con una victoria les hubiera permitido jugar contra un equipo de Primera División. A lo largo de la mañana fueron llegando navarros a la localidad de Aragón con sus vehículos propios. Además, se organizaron tres buses para acompañar al equipo. 

El partido empezó puntual, a las 17.00 horas, tras la foto oficial con el logo de la Copa del Rey. El Zirauki empezó bien, pero no con la suficiente concentración que se necesita al jugar como visitante. En el minuto cuatro de partido el Tardienta colgó un saque de banda directo que fue rechazado por la defensa y aprovechado por Akwesi, que puso un buen centro para Fraile, quien supo rematar con fuerza de cabeza y abrió el marcador.

A partir de ese momento el Zirauki intentó tener la iniciativa, pero las ansias de llegar a la portería contraria hicieron que el balón les durara poco. Con esto, los locales aprovecharon para provocar dificultades por la banda derecha con la velocidad de Akwesi. 

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Aficionados del Zirauki, antes del partido contra el Tardienta Javier Bergasa

Todo cambió en la mitad del primer tiempo, allá por el minuto 20. El equipo amarillo despertó. Y muy bien, además. Aquellas posesiones que antes no duraban mucho, ahora se hacían largas y acababan con peligro. El Zirauki se había adaptado al campo. Las ocasiones de los navarros llegaron por la banda izquierda, con buenos centros laterales por parte de Gamboa.

Sin embargo, el panorama cambió en el minuto 28. Los locales aprovecharon una falta lateral peligrosa. Pusieron un centro a media altura que se paseó por el área pequeña y Mercadal solo tuvo que empujarla para poner el 2-0.

Después de eso el Zirauki no se vino abajo. Siguieron con la buena dinámica que llevaba practicando antes del gol. Y eso tuvo recompensa. En el minuto 35, tras una secuencia de centros que no fueron rematados por nadie, el balón impactó en la mano de un defensa y el árbitro lo sentenció con un penalti. Ruiz De Las Heras lanzó la pena máxima raso a la derecha y dio esperanzas a los suyos. 

El partido se fue al descanso con un 2-1 y con un Zirauki superior en el juego, pero inferior en la transformación de las ocasiones.

La segunda parte empezó con una dinámica clara: el Zirauki asediando el campo rival. El travesaño impidió un empate tempranero, lo cual habría cambiado el partido. Tras esta ocasión los navarros no se vinieron abajo. La contienda adquirió un tono más atrevido, con disputas fuertes del balón y con mucha velocidad por parte de ambos conjuntos. A medida que avanzaron los minutos, el Tardienta fue reculando cada vez más, hasta que llegaron los compases finales. Los diez últimos minutos fueron una demostración de superioridad del Zirauki, que a esas alturas no tenía nada que perder y puso toda la carne en el asador. La mayoría de los centros que conformaron un auténtico asedio vinieron de los pies de Gamboa, incansable. El tiempo de descuento se jugó en un área, la del Tardienta. Pero la insistencia en los balones colgados al área no tuvo recompensa. Así es el fútbol a veces. 

Con el pitido final del colegiado, el Zirauki dijo adiós a la aventura en la Copa del Rey. Y lo hizo con mucho honor, luchando hasta el final y siendo superiores a su rival. Así lo reconoció la afición local cuando, en un gesto deportivo, hicieron un pasillo rodeado de aplausos a los jugadores del Zirauki en su vuelta a los vestuarios.