Cualquier otro torneo estaría feliz de demostrar que es tan competitivo que el colista le pinta cara al líder en su casa, pero la Liga española tiene otras prioridades: un penalti previa falta clarísima de Rudiger en el salto con un defensa del Almería; gol de Vinicius con el brazo; y, como el partido aún iba empatado, ¡11 minutos de prolongación! (Carvajal marcó el 3-2 en el minuto 98:30). Cómo de clamoroso fue el atraco que sufrió el Almería que hasta algunos periodistas madridistas se apenaron con el show –caso de Alfredo Relaño (As, Cadena Ser): “Es un partido para la Leyenda Negra del Madrid. No le cuesta 3 puntos, le cuesta el prestigio”–. Pero no hay que engañarse: el prestigio del Real Madrid en temas arbitrales no existe ni ha existido nunca; de lo que se trata es de que la Liga sí que lo tenga. Pero con la actuación que tuvo ayer el VAR no es que creamos que tardará mucho en tener arbitrajes imparciales, sino que creemos que no quiere tenerlos.