Dice Cañizares que ante un golazo por la escuadra le preguntaron: “¿Habrías parado ese balón en tus mejores tiempos?”. Y contestó: “En mis mejores tiempos, habría dado en el poste...”. Que es, sin duda, buena manera de ser un gran portero.

No sabemos si Areso está en sus mejores tiempos –suponemos que no, que a sus 24 añitos es un recién llegado y con todo por delante–, pero el gol del otro día es de futbolista con estrella, eso que cuentan las crónicas que Napoleón buscaba siempre (le preguntó al general Marmont si era “una persona con suerte”, Marmont le dijo que sí y lo nombró mariscal del Imperio). Cosa curiosa lo de la suerte en el fútbol: rara vez admitirá un míster que la ha tenido y rara vez callará si no la ha tenido. El caso es que, por pura estadística, en periodos largos se compensa la buena y la mala, y ya iba tocándole a Osasuna tener una poca y sumar una victoria con un gol de churro, o como se diga ahora.