El Izarra quiere apretar la zona baja de la tabla con un triunfo en Merkatondoa ante el Barbastro (domingo, 16.30 horas), que rompería la racha del equipo después de las dos derrotas seguidas.

Íñigo de Goñi, entrenador del equipo reconoce que llegan “bien, la verdad que bien. Estamos dolidos por la derrota de Lezama, pero la semana ha sido buena. El equipo ha entrenado a gran nivel, está convencido y enchufado y sabe que el partido es una final ante un rival directo y queremos ganarle para que sea otro equipo más que esté hasta final de temporada jugándose todo”.

“Vamos a tener que estar muy atentos y concentrados en las segundas jugadas, que van a ser determinantes y atacando tenemos que ser verticales. A nivel defensivo es un equipo que cuesta batirle, en los últimos partidos ha recibido en contra un gol. Los chicos tienen que tenerlo claro, en transiciones tenemos que hacer mucho daño y tener paciencia en diferentes momentos de partido”, analiza.