El título de Copa conquistado en La Cartuja dejó varios nombres propios para el recuerdo. Alex Berenguer fue el autor del gol decisivo desde el punto de penalti para tumbar al Mallorca y besar la gloria cuarenta años después, Julen Agirrezabala detuvo una pena máxima que resultó decisiva, Iker Muniain sucedió a Dani Ruiz Bazán como nuevo capitán en levantar el anhelado trofeo del torneo del K.O. y Ernesto Valverde hizo lo propio al suceder a Javier Clemente como técnico campeón de Copa con el Athletic.

Con Oihan Sancet como goleador en el transcurso de una agónica final que proyectó a Nico Williams como jugador más valioso, otro futbolista dejó también su impronta en La Cartuja al establecer una marca personal para la historia.

Raúl García (Zizur Nagusia, 11 de julio de 1986), veterano curtido en mil batallas, se convirtió no en vano en el rojiblanco de más edad en ganar una Copa con el Athletic al conseguirlo con 37 años. Superó así el navarro el registro establecido hace más de seis décadas por una leyenda del club bilbaino como Piru Gainza, quien lo logró cuando capitaneó con 36 años al Athletic en la final copera de 1958, la de los once aldeanos. Gainza, el león que en más ocasiones ha ganado la Copa con un total de siete entorchados, los mismos que José María Belauste, si bien este solo disputó seis finales, asoma también como el futbolista con más partidos en el torneo del K.O. (99), récord en la historia de la competición con un mismo equipo, empatado con el jugador del Sporting de Gijón Joaquín.

Raúl García, con 88 encuentros disputados en la competición, conquistó su segunda Copa en La Cartuja después de la que ganó con el Atlético en mayo de 2013 en el Santiago Bernabéu con el Real Madrid como rival en la final. Se da la curiosa circunstancia de que entonces, al igual que el pasado sábado frente al Mallorca, el de Zizur Nagusia entró en el terreno de juego en la prórroga. Si desde el comienzo del tiempo suplementario asomó en escena el 22 del Athletic en La Cartuja, en el minuto 112 saltó al verde once años atrás en el Santiago Bernabéu, donde el Atlético se impuso en la prórroga. “Hay que celebrar las cosas bonitas y creo que nos lo merecemos”, lanzó Raúl García minutos después de coronarse con el Athletic en una final en la que asumió la responsabilidad de ser el primer lanzador del equipo en la tanda de penaltis.

Abrió fuego Muriqi batiendo desde los once metros a Agirrezabala y respondió acto seguido el navarro con un disparo fuerte y bien ajustado que devolvió las tablas al luminoso. Le adivinó las intenciones el guardameta eslovaco Greif, pero Raúl García no falló y celebró con rabia un tanto que precedió al primer error del Mallorca. Morlanes no pudo superar a Agirrezabala y ahí comenzó a gestarse el triunfo en una tanda de penaltis que pudo disfrutar como protagonista el de Zizur Nagusia, quien cumple su novena temporada en el Athletic con una tarjeta de 356 partidos y 83 goles hasta la fecha. Con contrato hasta el próximo 30 de junio al igual que dos iconos del club como Iker Muniain y Óscar de Marcos, ambos también sobre el césped en la prórroga contra el Mallorca, el futuro inmediato de Raúl García continúa en el aire y pendiente de resolverse tras un título de Copa que se celebró por todo lo alto en el vestuario rojiblanco.

La marca de Valverde

En el caso de Valverde, el de Viandar de la Vera se convirtió en La Cartuja en el entrenador más veterano del Athletic en ganar una Copa al lograrlo con 60 años, por los 53 que tenía Baltasar Albéniz cuando la ganó en 1958. Mr Pentland, por su parte, es el que más Copas ganó con un total de cinco, siendo así el técnico que más títulos del torneo del K.O. atesora con un mismo equipo y el único que lo ha levantado cuatro veces consecutivas. El entrenador más joven en ganar una Copa continúa siendo Javier Clemente, que solo tenía 34 años cuando sus futbolistas vencieron al Barcelona en la final que albergó el Santiago Bernabéu en 1984. Piru Gainza y Marcelino perdieron dos finales de Copa cada uno, siendo los únicos después de que Valverde se sacara en La Cartuja la espina de la final perdida en 2015 en el Camp Nou.