Si alguien se aburre en estas últimas semanas de una Primera División en la que está todo o casi todo sentenciado, lo tiene fácil para entretenerse: la Segunda División está que echa chispas. Para variar. A solo tres partidos para el final, se cae el Leganés de un liderato que ha ostentado durante 27 jornadas, con el Eibar al acecho para quitarle el segundo puesto, último que da el ascenso directo. Y tampoco el nuevo líder, el Valladolid, se puede relajar lo más mínimo. Además, la lucha por jugar la fase de promoción, con hasta nueve equipos aún inmersos en la lucha por esas cuatro plazas. Y, cómo no, la zona baja al rojo vivo, con Andorra y Villarreal B casi condenados, pero otros seis equipos intentando eludir las otras dos plazas de descenso. La Liga impredecible en la que todo puede pasar en cada jornada. La pesadilla de los quinielistas. El infierno de Segunda.
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