La gastronomía navarra es un tesoro que combina tradición, calidad y una variedad de sabores que reflejan la riqueza de sus paisajes. Desde la frescura de sus huertas hasta la excelencia de sus carnes, Navarra ofrece una experiencia culinaria que encanta a locales y visitantes por igual. Recientemente, National Geographic ha puesto de relieve siete pueblos como clave para disfrutar de la experiencia gastronómica foral, cada uno con su propia identidad y oferta.

La prestigiosa revista invita a sus lectores a disfrutar de un viaje con el que explorar los sabores únicos y la cultura navarra. Estos siete pueblos no solo ofrecen una experiencia culinaria, sino también una oportunidad para sumergirse en la historia y las tradiciones que la han moldeado a lo largo de los siglos, con la diversidad de paisajes y sabores como punto de fuerte de una tierra que no puede ser más diversa.

Etxalar: el arte de la caza y la cocina

Este encantador pueblo montañés se transforma en un espectáculo natural cada otoño, cuando miles de palomas torcaces cruzan sus cielos. National Geographic recuerda que Etxalar es famoso no solo por su belleza paisajística, sino también por su técnica de caza única, que ha sido declarada Bien de Interés Cultural. En sus fogones, la tradición cinegética se traduce en platos que destacan el sabor de las aves, ofreciendo una experiencia auténtica de la cocina local.

Vista de una palomera en el monte, en el término municipal de Etxalar. Juan Mari Ondikol

Urdániz: estrellas Michelin y sabor local

En el Valle de Esteribar, Urdániz se alza como un destino gastronómico gracias a las dos estrellas Michelin de David Yárnoz, hace hincapié la revista. Su restaurante, además de ser un referente para los gourmets, sirve platos elaborados con productos de temporada, desde truchas hasta setas, que muestran la riqueza de la huerta navarra. La cercanía con la naturaleza y la pasión por la cocina hacen de Urdániz un lugar imprescindible en la ruta gastronómica de Navarra.

Interior del restaurante 'El Molino de Urdániz'. Patxi Cascante

Tudela: de huerta en huerta y tiro porque me toca

La huerta tudelana es reconocida por su generosidad, brindando productos frescos como espárragos, alcachofas y guisantes. Esta riqueza se traduce en una oferta gastronómica vibrante, con restaurantes que celebran lo local. La publicación destaca a Tudela como un destino ideal para quienes buscan saborear la frescura de sus ingredientes, destacando el compromiso de sus chefs por mantener la tradición mientras innovan en la cocina.

Vista general de la Plaza de los Fueros de Tudela. Redaccion Tudela

Roncal: un paraíso ovino

El Valle del Roncal, conocido por sus majestuosas montañas, es el hogar de algunas de las mejores ovejas del país. Este conjunto de siete localidades produce el célebre queso Roncal, una delicia que ha ganado reconocimiento en el exterior. La conexión entre la tierra y sus pastores se refleja en la calidad de sus productos, haciendo del Roncal un lugar donde la gastronomía y la naturaleza se entrelazan.

Vista general de Uztárroz, en el Valle de Roncal. Cedida

Lesaka: tradición y hospitalidad

Lesaka es famosa por su tortilla de patatas, considerada por algunos como la mejor de la península, según National Geographic. Este pueblo, con su rica historia culinaria, ofrece un ambiente acogedor donde la cocina casera reina. La herencia de restaurantes centenarios se mantiene viva, brindando platos que invitan a disfrutar de una experiencia gastronómica auténtica y memorable.

Plaza Zaharra de Lesaka. Juan Mari Ondikol

Tafalla: la menestra en su máxima expresión

En Tafalla, el chef Nicolás Ramírez ha convertido su restaurante, Túbal, en un santuario de la cocina vegetal. Su enfoque en las verduras frescas y de temporada permite que la menestra sea reinterpretada con creatividad y respeto por la tradición. Cada plato es una sinfonía de sabores que destaca la dedicación a los ingredientes locales y por eso la llamado la atención de la renombrada revista.

Vista de la plaza de Navarra con la fuente y el kiosko. Ainara Izko

Lekunberri: la tierra del euskal txerri

La última localidad donde ha puesto el foco es Lekunberri, donde la crianza del cerdo euskal txerri es una tradición que ha resurgido con fuerza. Aquí, los productos elaborados por José Ignacio Jauregui, que van desde embutidos hasta chuletas, reflejan un compromiso con la calidad y la sostenibilidad. La conexión entre la producción local y la gastronomía es palpable, convirtiendo este pueblo en un referente del buen comer.

Panorámica de Lekunberri, desde el mirador de la Peña. Nerea Mazkiaran