Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) hacen referencia al huevo como un alimento sabroso, barato y con unas propiedades nutricionales excelentes.
Un alimento sabroso, barato y con unas propiedades nutricionales excelentes
En la línea con lo que comentan los especialistas de la OCU, tanto la clara como la yema contienen una parte sustancial de proteínas de alto valor biológico. Se consideran así por la cantidad y equilibrio entre los aminoácidos que las componen, al extremo que son el estándar de referencia en los estudios de nutrición.
La yema es "rica en grasas de la mejor calidad: el contenido conjunto de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados supera ampliamente al de grasa saturada. Aporta nutrientes de gran interés por sus efectos beneficiosos en la salud: ácido oleico, ácido linoleico, omega 3, colina, vitaminas, luteína y zeaxantina", añaden desde la OCU.
El error que cometes al cocinar los huevos, según el doctor Manuel Viso
"¿Lavas los huevos? ¿Y los huevos sucios?", comienza planteando el doctor Manuel Viso, quien cuenta con más de 78.000 seguidores en Instagram y más de 40.000 seguidores en TikTok. "Ni los limpios ni los sucios, no podemos lavarlos", prosigue argumentado el experto.
"Porque rompemos la cutícula que rodea la cáscara y favorecería la penetración de las bacterias que están en la cáscara hacia el interior el huevo y lo contaminarían. Los huevos sucios tampoco. Si tienes huevos sucios caseros, los guardas en un lugar fresco y si los metes en la nevera, mételos en un recipiente que los aísle del resto de alimentos para que no se contaminen. Suelo lávalos inmediatamente antes de cocinarlos. Siempre hay que cocinarlos a altas temperaturas. Nunca se te ocurra utilizar un huevo sucio para tomar en crudo", argumenta el doctor Manuel Viso.
"El pescado sí lo lavamos. Primero lo evisceramos, lo lavamos con abundante agua abajo el grifo y luego lo metemos en un envase o en un vidrio en la nevera para consumir y cocinar en las siguientes 24 horas preferentemente. Y si no, lo congelamos. La carne igual que los huevos. No la laves, porque la carne tiene bacterias en su superficie. Si la lavas lo que vas a hacer es esparcir y repartir bacterias por toda la cocina. La carne una vez que la compras, la conservas en el envase que viene o en un vidrio o táper, lo cierras y lo mantienes en la nevera. Al día siguiente, o cómo máximo a los dos días, cocinas esa carne, y si no la congelas", concluye explicando el doctor.