Asesores del rey Carlos III del Reino Unido y de su hijo menor, el príncipe Enrique, celebraron recientemente una reunión en Londres como primer paso hacia una posible reconciliación tras años de tensiones, revela este domingo el 'Mail on Sunday'.
El dominical publica hoy fotografías en las que se ve a Meredith Maines, directora de comunicaciones del duque de Sussex, que viajó a Londres desde Los Ángeles, con Liam Maguire, quien dirige el equipo de relaciones públicas de los duques en el Reino Unido, junto al secretario de comunicaciones del rey, Tobyn Andreae, en el club Royal Over-Seas League, en el centro de Londres.
Se desconoce cuál de las partes decidió iniciar estos contactos, pero una fuente dijo al rotativo que aún "queda un largo camino por recorrer, pero ahora se ha abierto un canal de comunicación por primera vez en años. No hubo una agenda formal, solo unas copas informales. Había temas que ambas partes querían abordar."
La reunión tuvo lugar, según el tabloide, el pasado miércoles en el citado club, que está muy cerca de Clarence House, la mansión donde el rey reside cuando trabaja en Londres.
Los duques de Sussex, Enrique y Meghan, decidieron apartarse de la Casa Real en enero de 2020, pero después las tensiones entre ellos y la familia real se profundizaron cuando los duques ofrecieron una entrevista a la presentadora estadounidense Oprah Winfrey, en la que afirmaron que un miembro de la realeza estaba preocupado por el color de piel de su hijo Archie antes de nacer ya que la madre es mestiza.
Tras abandonar el Reino Unido, los duques decidieron finalmente establecerse en Montecito, Los Ángeles (EE.UU.).
Además de la entrevista con Winfrey, el príncipe Enrique publicó sus controvertidas memorias, 'Spare' (En la sombra), en las que afirmó que su hermano, el príncipe de Gales y heredero de la corona británica, le había agredido físicamente, mientras que hubo tensiones porque el nivel de seguridad del duque fue modificado en 2020.
El príncipe fracasó en los tribunales británicos para conseguir que recibiera protección de seguridad como miembro de la familia real cuando visitara el Reino Unido.
En una reciente entrevista con la BBC, tras perder el último recurso de su batalla judicial por su seguridad, el príncipe dijo que su padre se negaba a atender sus llamadas y que desconocía "cuánto tiempo le quedaba" al rey, ya que éste padece desde el año pasado un cáncer no revelado.