Adiós a las ventanas empañadas: la clave para evitar la condensación sin gastar un euro
Un paso con el que romper el contraste con el exterior y evitar la aparición de humedad en la cocina o el baño
A poco más de un mes para dar comienzo al invierno, los signos de los meses más fríos del año ya se están haciendo notar. La bajada de las temperaturas y las lluvia han llegado para quedarse y no queda más remedio que tomar medidas para que no pasen factura a la salud en forma de gripes y resfriados.
Además, como bien se sabe, el frío y la lluvia propician la aparición de humedad en los hogares. Una cuestión que termina reflejando en las ventanas en el momento en el que termina empañadas o mojadas. Algo que termina resultando molesto, pues impide tener una buena visibilidad de lo que ocurre en el exterior.
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Según explican desde Guardian Glass, líder mundial en innovación y producción de vidrio, la condensación es el cambio de estado por el cual el vapor de agua, presente en el aire, se transforma en líquido. Sucede cuando la temperatura de la superficie contra la que choca el vapor de agua, que está en el aire, es inferior al punto de rocío del ambiente. Este proceso es muy común en la naturaleza. Cuando se origina dentro de los hogares produce pequeñas gotas de agua en los vidrios dando la sensación de que, como se dice coloquialmente, "las ventanas lloran".
Tal y como explican, si la temperatura exterior es baja, la interior es más alta y el volumen de humedad es elevado (principalmente en invierno), el contraste entre el exterior y el interior fomentará la condensación. Como las ventanas son el punto de ruptura con el exterior, el foco suele manifestarse ahí.
La clave para evitar la condensación de las ventanas sin gastar un euro
Con todo ello, la pregunta a plantear es: ¿cómo se puede evitar que las ventanas se empañen? Pues bien, según explican los expertos de Guardian Glass, "determinadas actividades que realizamos en el día a día, como cocinar o ducharnos, generan vapor de agua. La ventilación es la manera de renovar el aire y reducir los niveles de humedad en cocinas y baños". Un paso fundamental ya que romperá el contraste con el exterior. De no hacerlo, se puede generar microclima, o lo que es lo mismo, se podría favorecer la aparición de humedad en la cocina o el baño.
Eso sí, no es todo oro lo que reluce. Porque, como bien se sabe, el principal inconveniente de la ventilación es que puede ser molesta en los meses más extremos, con mucho frío o mucho calor. Según explican los especialistas, "lo recomendable es que se lleve a cabo de forma cotidiana, en especial en aquellas estancias que acumulan más humedad, durante breves períodos de tiempo para que al hacerlo no corramos el riesgo de perder climatización".