La laca es fundamentalmente un producto de belleza que está presente en peluquerías, salones de belleza y en muchos hogares. Su principal función es fijar peinados, pero esta no es su única utilidad. Gracias a su fórmula rica en alcohol y a sus componentes adhesivos, se convierte en un buen aliado para la limpieza del hogar.

Aunque nunca lo hubieras pensado, es posible que a partir de ahora incluyas la laca en tu kit de emergencia doméstico. A continuación te mostramos distintas situaciones en las que tener cerca un bote de este producto te puede sacar de más de un apuro.

1- Manchas de tinta o de rotulador

Un borrón de tinta en un pantalón nuevo o una mancha de boli o de rotulador en una camisa o en un sofá te pueden amargar el día. Sin embargo, no todo está perdido; el alcohol de la laca descompone la tinta y la hace desaparecer casi como por arte de magia. Si se ha manchado una prenda, rocía el producto directamente sobre la mancha, deja actuar unos segudos y métela a la lavadora. En el caso de superficies duras, frota con un paño húmedo.

2- Pintadas en paredes o coches

Una obra de arte de un espontáneo en una pared o una desafortunada pintada en el coche nos puede poner al borde de un ataque de nervios. Pulveriza laca sobre el área afectada, espera unos minutos y frota con un estropajo suave y agua. La laca es muy efectiva especialmente sobre pinturas a base de agua pero, eso sí, haz siempre una prueba en una zona discreta por si el resultado no es el esperado.

3- Manchas de tinte de pelo

Si mientras te haces el pelo en casa te cae a la ropa una gota de tinte, rocía la zona afectada (por delante y por detrás) con laca y mete la prenda directamente a la lavadora. El pigmento se descompone y la mancha no se fija al tejido.

Una mujer se aplica tinte en el pelo. Freepik

4- Pegamento difícil de quitar

Los restos de una etiqueta en la suela de una zapatilla o el pegamento que queda cuando se cae el gancho que sujeta el reloj de la cocina resultan muy molestos. Rocía laca sobre ellos, déjala actuar y retíralos con una rasqueta de plástico. Después pasa una bayeta húmeda para limpiar los residuos.

5- Electricidad estática en la ropa

La ropa se pega al cuerpo por la electricidad estática. Para evitarla, rocía un poco de laca en el interior de la prenda (a unos 30 centímetros de distancia) antes de ponértela. Notarás el cambio enseguida.

6- Arañazos superficiales en el coche

Si tu coche sufre una rozadura leve o una transferencia de pintura, rocía laca en la zona y frota con una bayeta de microfibra humedecida. No es un arreglo profesional, pero mejorará mucho su aspecto.

Arañazos en la chapa de un coche. Freepik

7- Manchas de esmalte de uñas o de carmín

Para quitar el esmalte de uñas, aplica laca, frota con una bayeta húmeda y termina con acetona. En el caso del pintalabios, basta con aplicar laca sobre la mancha y lavar la prenda de la forma habitual.

8- Plásticos pegajosos

Los mangos del secador, del paraguas o de otros objetos de plástico pueden ponerse pegajosos con el tiempo. Échales laca y frota un poco con una bayeta con agua; quedarán como nuevos.

9- Carreras en las medias

Si te pones medias, pulverízalas con laca antes de salir de casa y será difícil que se te rompan. La laca reforzará las fibras del tejido, reduciendo la posibilidad de enganchones o de roturas inesperadas. Si ya tienes una carrera pequeña, la laca puede detener su avance temporalmente.

10- Arreglar cremalleras atascadas

Pulveriza un poco de laca directamente sobre la zona donde ha quedado atascada evitando el exceso para no dejar residuos pegajosos. Después intenta moverla suavemente hacia arriba o hacia abajo. La laca reduce la fricción y la cremallera se deslizará más fácil.

11- Atrapar pelos de mascotas

Rocía laca sobre un trapo limpio, una toalla de papel o un guante de goma y pásalo con movimientos suaves por la superficie impregnada de pelos de tu perro o de tu gato. La laca crea una pegajosidad que atrapa las fibras sueltas y deja las superficies más limpias.

12- Libros de cocina

Los libros de cocina y las recetas impresas se vuelven amarillas y se manchan con el uso y el paso del tiempo. Para protegerlas de salpicaduras y conservarlas en buen estado, rocía cada página con un poco de laca.

Acabas de descubrir la laca como un producto multiusos para el hogar cuyas funciones van mucho más allá de mantener un peinado en su sitio. Si te encuentras en alguna de estas situaciones, prueba a darle una oportunidad. ¡Seguramente te sorprenderá!