La limpieza del hogar suele ser una de esas tareas eternas que nunca terminan. Pero, ¿y si le dijéramos que con cosas que ya tienes en casa puedes resolver problemas de suciedad, malos olores o arrugas en cuestión de minutos? Estos trucos de limpieza, tan sencillos como efectivos, son la prueba de que no hace falta gastar una fortuna en productos para mantener tu hogar impecable.
Adiós al mal olor del microondas con un limón
El microondas es uno de los electrodomésticos que más usamos… y también uno de los que más sufren. Restos de comida, grasa y olores se acumulan sin que nos demos cuenta. Para limpiarlo de forma natural, coloca medio limón en un bol con agua y caliéntalo tres minutos. El vapor soltará la suciedad pegada a las paredes y neutralizará los malos olores. Lo mejor es que, además, dejará un aroma fresco en tu cocina. Si no tienes limón, también puedes usar rodajas de naranja o unas gotas de vinagre.
El calcetín que limpia persianas
Limpiar persianas suele ser un trabajo horrible: polvo acumulado, rincones difíciles y la sensación de que nunca quedan bien. La solución está en ese calcetín desparejado que todos tenemos. Solo tienes que ponértelo en la mano como un guante, humedecerlo con agua y vinagre, y pasarlo por cada lama. El tejido atrapa el polvo mejor que un trapo, y además llegas a las zonas más complicadas sin esfuerzo. Si la suciedad está muy incrustada, prueba a añadir unas gotas de jabón neutro.
Bicarbonato y vinagre: la pareja más poderosa
Pocas combinaciones son tan efectivas y económicas como esta. El bicarbonato actúa como abrasivo suave que arrastra la suciedad, y el vinagre, gracias a su acidez, desinfecta y elimina la cal. Espolvorea bicarbonato en la superficie del fregadero o la ducha, añade vinagre y deja reposar unos minutos. Verás cómo la espuma empieza a hacer su trabajo. Después, pasa un estropajo o un paño y todo quedará reluciente. Ideal para grifos, azulejos y hasta el inodoro.
El truco del hielo contra las arrugas
A todos nos ha pasado: quieres ponerte una camisa y está arrugada, pero no tienes tiempo de sacar la plancha. La solución es simple: mete la prenda en la secadora con dos cubitos de hielo y pon un ciclo corto. El vapor que se genera suaviza las fibras y elimina las arrugas. Funciona especialmente bien con camisas, blusas y vestidos ligeros. Consejo extra: si cuelgas la prenda inmediatamente después de sacarla, quedará aún más perfecta.
El pan que atrapa los cristales rotos
Los accidentes ocurren, y pocas cosas son tan peligrosas como los cristales rotos en el suelo. Aunque uses la escoba y el recogedor, siempre quedan cristales diminutos que no se ven. Aquí entra en acción el pan de molde: presiónalo suavemente contra la zona afectada y absorberá hasta los trocitos más finos. Después, tira el pan a la basura con cuidado. Este truco es especialmente útil si hay niños o mascotas en casa.
Pasta de dientes, el limpiador secreto
La pasta de dientes blanca (no en gel) es un verdadero multiusos. ¿Tus zapatillas blancas han perdido el brillo? Frota con un cepillo de dientes y un poco de pasta, aclara y quedarán como nuevas. También puedes usarla para devolver el brillo a los grifos o eliminar esas antiestéticas marcas negras en la pared. Incluso sirve para pulir objetos de plata. Eso sí: recuerda limpiar bien después para que no quede residuo.
Espejos y ventanas perfectos con vinagre
Si los limpiacristales comerciales dejan vetas, prueba la receta casera: mezcla agua y vinagre a partes iguales en un pulverizador. Rocía sobre la superficie y seca con un paño de microfibra o papel de periódico. El resultado es espejos, ventanas y cristales relucientes sin manchas. Además, el vinagre también actúa como desinfectante natural.
¿Por qué funcionan tan bien estos trucos?
Porque son sencillos, baratos y ecológicos. Aprovechan productos que todos tenemos en casa y nos muestran que no es necesario llenar el armario de productos químicos para mantener un hogar limpio y saludable. Además, nos devuelven esa satisfacción de los trucos “de toda la vida” que se transmiten de generación en generación… y que hoy, gracias a internet, vuelven a estar más de moda que nunca.