Byron Bay es el destino hippy más al este de Australia, un idílico pueblo costero que atrae a famosos de Hollywood, bohemios, amantes del new age, practicantes de yoga y surfistas más o menos avezados. Janire Bergara (Andoain, 1990), enfermera de profesión, pertenece a este tercer grupo con el que mantiene un ritual diario. A las siete de la mañana se cita con otros surfistas y toman la decisión que marcará el día: eligen la playa en la que disfrutarán de una sesión mañanera bailando con el oleaje. Cuando Janire aterrizó en este privilegiado enclave natural en el mes de enero, no tenía coche y amanecía más temprano aún. “Íbamos en bici a surfear y quedábamos a las cinco y cuarto de la mañana en el cruce de mi calle para ver primero el amanecer”, cuenta. “Al principio fue una aventura total y estábamos un poco para allá. ¡Qué palizas nos pegábamos para surfear!”.

La conversación se produce por teléfono, con diez horas de diferencia entre ambos interlocutores. Allí son las ocho de la tarde y Janire anuncia que en breve se irá a dormir. ¿Tan temprano? Pues sí, se madruga mucho y se trasnocha poco en las antípodas, “a unas 30 horas en avión de Euskadi”, donde los planes de ocio y deporte son muy de “early morning”. ¿Y qué pasa si algún día no hay olas y el mar está como un plato en este pueblecito de Nueva Gales del Sur? Que no cunda el pánico. Todo el mundo a hacer yoga o alguna otra actividad que purifique el alma y el cuerpo de turistas y residentes. El eslogan de este municipio de unos diez mil habitantes es “Cheer up, slow down y chill out” (“Anímate, desacelera y relájate”). “Todos los que habían estado aquí me lo pintaban como que era un sitio con un lifestyle saludable y conectado con la naturaleza”, comenta.

“Nunca me he sentido tan libre como ahora”, cuenta la exsurfista vasca Janire Virgala. Cedida

El cliché de Byron Bay resulta que es bastante cierto. “Vivo a cinco minutos andando de la playa con un montón de olas donde surfear cerca de casa. Aunque luego te encuentras con otras realidades, si quieres puedes tener esa vida saludable que te permite disfrutar de la naturaleza. Byron Bay es una burbuja”, afirma Janire. Los misterios de la vida animal aparecen casi en cada esquina en Australia, uno de los países con más biodiversidad del planeta. Por ejemplo, estos meses abundan las koalas. Janire surfea muchas veces en compañía de delfines y la presencia del pez manta, asegura, es bastante habitual. Cuando los pececillos se agitan debajo del agua saltan las alarmas: puede que un tiburón haya entrado en frenesí ante la proximidad de la carnaza. Todos tragan saliva y se miran entre sí. La familia surfista debe estar en alerta ante la posibilidad de que ocurra.

Meca del surf

El paraíso surfero de Byron Bay le rondaba en la cabeza desde hacía tiempo. Pero un linfoma se cruzó en la vida de su madre en 2013 y Janire tuvo que posponer el plan. En julio de 2022 conoció a una profesora de yoga de Byron Bay en Donostia. Fue la señal definitiva. Por fin. Iba a empezar de cero en la otra parte del mundo. Antes de lanzarse a la aventura australiana, realizó una parada previa en Bali junto a su hermana Marta y una muy buena amiga (Sara) en el mes de noviembre. Janire empieza a recopilar anécdotas, sobre todo de los inicios. Ahora vive con dos australianos y dice que gana más dinero de camarera que como enfermera en Euskadi. Su voz es clara y alegre, irradia felicidad. La palabra libertad empieza a salir en la conversación. “Nunca he sido tan libre como ahora”, afirma. Y antes de despedirse, un mensaje para los suyos: “Lo más duro es estar lejos de los aitas”.

Zarautz a la australiana

De verano en verano. Si Janire fuera un canguro con superpoderes, le gustaría saltar de Australia a Euskadi cada cierto tiempo. Es decir, aprovechar los meses de buen tiempo aquí para disfrutar del surf y regresar en nuestro otoño-invierno a las plácidas tierras australianas.


Conexión surf. Salvando las distancias, cuando ella visualizaba Byron Bay imaginaba “un Zarautz a la australiana”. Por lo que cuenta, la experiencia vital y deportiva no le está defraudando.