Una vez que parece que la Fiscalía va a dejar marchar de rositas a Juan Carlos de Borbón, la parte más cortesana de Diestralandia saca todos los útiles de limpieza para rascar la porquería del refugiado en Emiratos. Y, cómo no, pide a voz en grito el retorno al hogar.

"Que vuelva el Rey", exige Luis Ventoso en El Debate. Según él, cada minuto que el viejo monarca pasa lejos de su patria es una ofensa inadmisible: "¿Acaso la presunción de inocencia debe regir para todo el mundo excepto para el viejo Rey? No está a la altura de una nación de la categoría de España mantener a una persona que tanto hizo por la prosperidad del país y sus libertades sometida a una suerte de destierro, apartado lejos al cobijo de la gracia de los soberanos árabes. Que vuelva el Rey".

Eso, en las páginas de opinión del recién nacido diario. En las de información (de hecho, directamente en la portada), la cosa se cuenta así: "Sánchez se queda sin coartada para mantener a Don Juan Carlos fuera de España". Y la entusiasta redactora, Ana Martín, añade: "El presidente presionó a Zarzuela para que el monarca emérito se fuera del país -contra su voluntad- y ahora sostiene que no le corresponde a él decidir".

Habrá que reconocer que hasta el boletín monárquico por excelencia, ABC, es más aséptico al contarlo. "La Fiscalía se inclina por archivar la investigación a Don Juan Carlos", dice en la parte superior de su primera. En el editorial, como no puede ser de otro modo, si se muestra la patita vasallesca: "Mientras se concluye que no delinquió, lo cual es relevante como lección a tanto inquisidor de salón con su propia cocina sucia, no tiene sentido que en España haya aún quien siga tratándolo como a un delincuente", leemos en una pieza titulada "Eximir al Rey".

Lo de El Mundo es para nota. En la información sobre el asunto se deja claro que los delitos han quedado acreditados, aunque la inviolabilidad y la prescripción han provocado que queden impunes. Sin embargo, el editorial exige limpiar el buen nombre de examigo de Corinna Larssen: "Algo que no supone demasiado sorpresa para quienes, como este periódico, hemos sostenido que las pesquisas se han mantenido abiertas más tiempo del necesario, provocando un desgaste irreparable a la imagen de Don Juan Carlos. Hasta el punto de que el rey emérito, debido a la presión de cierta opinión pública, se vio forzado a abandonar el país e instalarse en Emiratos Árabes, para vergonzosos regocijo de varios miembros del Gobierno". El título es "Daño irreparable a la imagen del Rey Juan Carlos". Ejem.

Moncloa, a favor y en contra

Y ahora, juguemos a buscar las siete diferencias. O las siete mil. Miramos primero el titular de apertura de El Confidencial, que reza así: "Moncloa contempla el regreso de Juan Carlos I a España y se pone al servicio de Felipe VI". Vista a la derecha para contemplar el titular de primera de La Razón: "Moncloa ve inadecuado el regreso del Rey emérito". Algo no cuadra, ¿no creen?

Vamos con la traca final, aportada desde Vózpuli por Miquel Giménez, que titula su oda "Se le echa de menos, Señor". Eso ya promete. La letra pequeña no defrauda: "No ha cometido robo, ni desfalco, ni crimen. No es un delincuente. No ha apoyado a ETA. No ha querido separar una parte de España del resto. No ha agredido a un miembro de la fuerza pública. No ha ocupado casas, ni ha comerciado con drogas. Todo ha sido puro despecho de cortesana pagada por encima de su valía y maledicencias de un excomisario fullero indigno de llevar la placa". Y aguarden, que queda el remate de la epístola a su añorado soberano: "Y sepa que tiene en mi casa unos huevos fritos con un chorizo fetén cuando quiera. Que se le quiere y se le echa en falta". No hay palabras.