Maestra de periodistas de mi generación que jamás presumió de serlo: Lloro su muerte prematura, ya no solo por usted, sino por lo que supone como pérdida de una generación que cada vez va menguando. Hace nada fue mi brutalmente admirado (y querido) Iñaki de Mujika. Y no deja de ser signifivativo que su muerte haya coincidido con la presentación del libro en homenaje a otro de los referentes de su época, Mariano Ferrer. Todos coindieron en la legendaria Herri Irratia de Gipuzkoa que hoy tiene continuidad en Onda Vasca. Los que fuimos llegando después a este oficio de tinieblas arrastramos una inmensa de deuda de gratitud con quienes, sin saber que lo estaban haciendo, nos abrieron el camino. Que la tierra le sea leve.