Han escocido al fondo a la derecha las palabras de Andoni Ortuzar en la radio pública vasca. Y eso que lo que dijo el presidente del EBB era un obviedad: el PNV ha arruinado las posibilidades de investidura de Feijóo. Bien es verdad, si hilamos fino, que la posibilidad de que los jeltzales entraran siquiera a hablar con un PP que lleva aVox colgado de la chepa no deja de ser una ensoñación de los genoveses. En todo caso, es radicalmente cierto lo que dijo Ortuzar: los cinco votos del PNV ahí han sido decisivos. Pero lo son mucho más -porque esta vez no hablamos de fantasías sino de una investidura real- de cara a prolongar la estancia de Sánchez en La Moncloa. Algo tendrá que ofrecer a cambio.

Para eso pagan a Felipe

¿De verdad está arruinada la investidura de Feijóo? Él tiene la intención de poner al rey en la tesitura de que lo llame para designarlo candidato. Erre que erre, lo siguen repitiendo todos los portavoces del PP. Se imagina uno al Borbón joven, ya de vacaciones en Marivent (5 millones de euros al año cuesta el mantenimiento del palacio), acordándose de las muelas del resultado electoral. Pero para eso le pagan, y no precisamente mal.

Voto del exterior

El último clavo ardiendo para que le den los números al mesías gallego o, por lo menos, para que se le pongan más cuesta arriba a Sánchez, es el voto. Hoy se empieza a contar. Ojo, que estamos hablando de 2.300.000 sufragios, que no son moco de pavo, y hay un puñado de escaños bailando. Por lo que nos toca más de cerca, uno de los que están en disputa podría ir al número 16 del PP por Madrid, el navarro Carlos García Adanero, que estaría a 1.500 papeletas de arrebatar el acta al PSOE, Fíjense cómo se pondrían las cosas. Si miramos el conjunto del estado, hay lugares donde los márgenes son más estrechos. Como suele ocurrir en la última jornada liguera, las combinaciones de que pase una cosa o la contraria son infinitas. Me declaro incapaz de detallarles todas las posibilidades, pero si se dan ciertas alineaciones de los astros, no descarten que Sánchez tuviera que suspender sus vacaciones. Una de las opciones es que ya no le bastara con la abstención de Junts y que tuviera que pedir el sí a Puigdemont. Claro que también se puede quedar todo como está. Pero que no sea por especular.

Dardo de Aznar

Les termino con una maldad de Aznar. El expresidente español y su esposa, Ana Botella, celebraban sus respectivos 70 cumpleaños. En el brindis, no se le ocurrió nada mejor que decir que el matrimonio sumaba 140 años, “más escaños que Feijóo”.