La 77ª edición de la Vuelta cerró su segundo paso en la historia por los Países Bajos con un notable éxito de público y sin grandes problemas para los participantes, al margen de dos abandonos por caída y otro por positivo por Coronavirus.
El canadiense Michael Woods (Israel-Premier Tech) y el belga Steff Cras (Lotto Soudal), ambos por caída en la tercera y segunda etapa respectivamente, y el español Manuel Peñalver (Burgos BH) que no llegó ni a tomar la salida por un positivo por coronavirus, han dejado la Vuelta sin ni siquiera tener que volver a cruzar la frontera.
El recuerdo del final de la caótica cuarta etapa de la Vuelta 2009 que arrancó también en tierras neerlandesas, en aquel año en el circuito de velocidad de Assen, que unió Venlo con la ciudad belga de Lieja no ha desaparecido de la memoria. La lluvia y una curva con más residuos de aceite y gasolina de los previsibles convirtieron el asfalto en una pista de patinaje y en protagonistas.
Aquella edición, que terminó ganando el español Alejandro Valverde, a 2,5 kilómetros del esprint final, el neerlandés Johnny Hoogerland se fue al suelo en la parte delantera del pelotón y provocó una tremenda montonera en la que un buen número de sus componentes resultaron seriamente dañados.
De Países Bajos sale reforzado el esloveno Primoz Roglic (Jumbo Visma), que llegaba con las dudas propias de la caída que le obligó a abandonar el pasado Tour de Francia en el que triunfó su compañero el danés Jonas Vingegaard, tras la sobresaliente actuación que protagonizó junto a sus compañeros en la contrarreloj por equipos de Utrecht.
En las llegadas de Utrecht y Breda, resueltas como inicialmente se había previsto en esprint masivo, el claro dominador está siendo el irlandés Sam Bennett (Bora Hansgrohe) con dos triunfos inapelables que le permiten seguir engordando su palmarés y sumar ya cinco triunfos parciales en la carrera española.