pamplona. Manel Silvestre afronta su tercera temporada como técnico en el Waterpolo Navarra. Mañana, el equipo debuta en la liga ante el todopoderoso Barcelona en Amaya y la ilusión reina en el seno del club. La temporada pasada las sensaciones fueron inmejorables y Manel Silvestre confía en que el bloque pueda al menos dar las mismas alegrías que entonces a la afición.

La temporada pasada fue muy bonita para el equipo, aunque al final no se pudo meter en el "play off" para luchar por el título.

Fue una pena, pero en parte fue debido al calendario que teníamos. En la primera vuelta afrontamos un calendario asequible, finalizamos cuartos y nos clasificamos para la Copa del Rey. En la segunda, los rivales fuertes en casa nos noquearon y sólo ganamos dos encuentros, y fue a los dos colistas. Aún así, nos quedamos a un punto del play off. La experiencia resultó muy enriquecedora para todos, y nos mantuvimos arriba siendo capaces de competir.

¿Espera al menos repetir lo logrado la pasada campaña?

Sí, eso es lo que esperamos desde un punto de vista muy optimista. Meterse en el play off sería algo increíble y creo que, si todo va bien y nos acompañan los resultados, es posible lograrlo. En esta campaña que empieza debemos demostrar por qué estuvimos ahí metidos hasta el final el año pasado. Lo tenemos que hacer porque el calendario es mucho más nivelado y no debería haber tanto contraste entre una vuelta y otra.

Esa es la meta desde la perspectiva optimista. ¿Desde la pesimista?

Desde esa perspectiva, el objetivo sin duda es salvarse. Somos conscientes de nuestras limitaciones y no hay que olvidar que ascendimos hace dos temporadas. Aún así, creo que hay que ser positivos y pensar en que el equipo está capacitado para dar alegrías a la afición, siempre contando con la presencia de los monstruos de la liga, como el Sabadell, Barcelona o Atlético Barceloneta. No sería profesional pensar que hemos perdido antes de jugar. Pero hay que ser conscientes de que el nivel de esos equipos tan profesionalizados es bestial.

Es su tercera temporada en el cargo. ¿Cambió mucho la forma de entrenar para usted al llegar a Pamplona?

Sí. Por el tema de las condiciones de entrenamiento, cambió mucho. El hecho de tener que cambiar continuamente de piscina, de que no seamos un equipo 100% profesional, que algunos jugadores tengan compromisos laborales o de estudios... Todo eso te cambia si vienes de entrenar en otro equipo. Pero no es nada difícil, al contrario. Estoy muy a gusto aquí, con este equipo, porque soy un entrenador flexible. Si fuese un técnico cuadriculado me volvería loco. Disfruto mucho entrenando al Waterpolo Navarra.

¿Ha afectado mucho al equipo el hecho de no tener una piscina fija para entrenar?

No es lo más adecuado para una pretemporada, pero hemos podido trabajar, que es lo importante.

Ha incorporado a tres jugadores y se han marchado dos piezas muy importantes como Stanton y McGregor. ¿Qué van a aportar los nuevos al equipo?

Los que se han ido eran piezas básicas, pero no tenemos grandes cambios pese a su marcha. Los refuerzos son de garantías. Quinlivan va dar un plus en la portería. Por su parte, con Janicek y Yuri Biart podemos tener aún más nivel competitivo. No porque sean mejores, sino porque ahora no tendremos que dar todo el peso del juego a McGregor. Él era el killer del equipo y ahora, en lugar de tener que pensar una jugada adecuada a sus características, hay más alternativas en ataque. Janicek, por ejemplo, marcó la pasada temporada la friolera de 50 goles en Sevilla. No le vamos a exigir esa cifra para este año, pero está claro que sus estadísticas le avalan.

La vuelta de Yuri Biart es una buena noticia para el equipo

Claro. Es un hombre que conoce la ciudad y el equipo a la perfección. Estuvo muchos años jugando aquí y ahora vuelve tras un periodo fuera. Aportará mucha experiencia al bloque.